El canciller cubano, Bruno Rodríguez, condenó la confiscación de un buque cisterna con petróleo venezolano en el Caribe, calificándola como un “vil acto de piratería”.
A través de su cuenta en X, señaló que la incautación del tanquero por parte de Estados Unidos, cerca de aguas venezolanas, representa una “escalada agresiva” contra ese país.
Rodríguez afirmó que la acción constituye una flagrante violación del Derecho Internacional y de las normas de libre comercio y navegación.
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó la incautación de un petrolero en zonas cercanas a Venezuela y aseguró que Estados Unidos se quedaría con el crudo que transportaba. También afirmó que se trataba del “petrolero más grande que se haya visto”.
El incidente ocurre en medio de la presión y las crecientes amenazas de Washington contra el gobierno venezolano, junto al reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe bajo el argumento de “combatir el narcotráfico”.
El Gobierno de Venezuela reaccionó con firmeza al incidente, calificándolo como un “robo descarado” y un “acto de piratería internacional”. En un comunicado, el canciller Yván Gil señaló que esta acción se suma al “robo de CITGO”, un activo estratégico de los venezolanos que afirmó fue arrebatado mediante “mecanismos judiciales fraudulentos y fuera de toda norma”.
Desde Caracas, la vicepresidenta Delcy Rodríguez también denunció la acción de Washington, asegurando que deja en evidencia el verdadero objetivo de las provocaciones de EE.UU.: “robar el petróleo venezolano”.
“Caen las máscaras. El objetivo real de EE.UU. es apropiarse del crudo de Venezuela sin pagar nada. Esta acción es un ilícito internacional y genera responsabilidad”, escribió en su canal de Telegram. Añadió que el país acudirá a todas las instancias internacionales para denunciar este “vulgar robo”.
Rodríguez recordó que, desde septiembre, EE.UU. ha ejecutado múltiples operaciones en el Caribe y el Pacífico oriental bajo el argumento de combatir las drogas, dejando numerosas víctimas.
Frente a las justificaciones de EE.UU. sobre sus acciones en el Caribe, Caracas ha reiterado que estas maniobras constituyen una “agresión” orientada a imponer un cambio de régimen. Ha subrayado además que el verdadero objetivo es apropiarse de los recursos estratégicos del país, como el petróleo, el gas y el oro.