Robe Iniesta, líder histórico del grupo Extremoduro, falleció este miércoles a los 63 años a causa de un tromboembolismo pulmonar, enfermedad que ya había obligado a cancelar su gira el año pasado.
La noticia se confirmó a través de un comunicado publicado en su página web: «Hoy despedimos al último gran filósofo, al último gran humanista y literato contemporáneo de lengua hispana, y al cantante cuyas melodías han conseguido estremecer a generaciones y generaciones». La muerte de Iniesta ha sumido al mundo de la música en un profundo luto. Cantante, guitarrista, compositor y poeta, Robe fue el fundador y la imagen icónica de Extremoduro, banda nacida en 1987 que marcó a toda una generación y se despidió oficialmente en 2020.
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Su obra ha sido reconocida tanto por la crítica como por el público, trascendiendo el rock alternativo y convirtiéndose en un referente de la música española. Desde primeras horas de la mañana, las muestras de condolencia se han sucedido. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó en redes sociales: «Despedimos a un poeta que nos enseñó a no rendirnos jamás. Su legado será eterno». A ellas se han sumado líderes políticos como Ione Belarra y Alberto Núñez Feijóo, entre otros.
Robe Iniesta comenzó con humildes pasos en la música, pero alcanzó la fama en 1996 con el álbum Agila, consolidándose como un artista de culto. Su éxito, tanto con Extremoduro como en solitario, no dependió de la industria ni de la publicidad; se construyó a través del boca a boca y el fervor de sus conciertos. Su talento fue reconocido con numerosos premios: en 2024 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, y antes había sido distinguido con la Medalla de Extremadura, su tierra natal. Iniesta deja un legado imborrable como músico, poeta y símbolo de la autenticidad en la música española.