Un video difundido el 30 de noviembre de 2025 mostró a Selena Gomez y Benny Blanco bailando juntos al ritmo de “El Tucanazo”, éxito de Los Tucanes de Tijuana, durante una fiesta privada en Monterrey, México. En las imágenes, la pareja sigue la coreografía tradicional de esta canción típica de celebraciones mexicanas, mostrando coordinación y entusiasmo sobre la pista.
Selena llegó a la ciudad sin anuncio oficial, pero varios asistentes confirmaron su presencia, lo que desató un revuelo inmediato en TikTok, Instagram y X. El clip colocó a la pareja en el centro del interés mediático por un momento poco habitual: una celebración íntima, lejos de escenarios y cámaras. Sorprendió ver a Selena, conocida mundialmente por su carrera en pop en inglés, disfrutando de un ambiente con ritmo norteño y tradiciones mexicanas. Parte del impacto se explica por sus raíces paternas mexicanas, que le dieron un matiz personal al momento y conexión cultural evidente.
Su decisión de bailar “El Tucanazo” junto a su esposo en un contexto privado fue interpretada por muchos fans como un gesto de identidad cultural y cercanía. La pareja mostró complicidad y disfrute, lo que reforzó la percepción de autenticidad y naturalidad en el evento.
Te puede interesar leer: Hugh Jackman sorprende con posible regreso como Wolverine
Benny Blanco intentó seguir la coreografía y los seguidores destacaron su disposición, aunque no domina los pasos al nivel de quienes crecieron con esta tradición. Para ellos, representa la mezcla de vida internacional y raíces latinas que caracteriza a la pareja.
La relación entre Selena y Benny Blanco ya había evolucionado antes del evento: se conocieron en el ámbito musical, colaboraron en varios proyectos y confirmaron su noviazgo. En 2025 se casaron en una ceremonia privada, con celebración íntima y discreta, mostrando su relación con moderación desde entonces. El video adquiere relevancia por mostrar compatibilidad de la pareja, gusto por celebrar en privado y conexión con tradiciones culturales. Tras su difusión, usuarios se dividieron entre quienes celebraron su naturalidad y quienes dudaron de la autenticidad del clip, destacando su valor simbólico y cultural.