La nación bolivariana, con una ubicación geográfica privilegiada.
Venezuela se ubica en el top mundial de recursos estratégicos gracias a sus enormes reservas de petróleo, gas, minerales y su posición geográfica privilegiada.
Petróleo
El país suramericano, catalogado como una «gran potencia energética», posee las mayores reservas probadas de crudo del mundo, según datos del Ministerio de Hidrocarburos. Actualmente, alcanzan los 303.806 millones de barriles.
La cifra ofrecida por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) va por la misma línea. El organismo del cual Venezuela es miembro fundador publicó en su página web que el país posee 24,43 % de las reservas petroleras mundiales que, según sus cálculos, ascienden a 303.2 millones de barriles.
La explotación del crudo comenzó en la nación suramericana en 1922 en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo (Zulia), en el noroeste del país. En 1936 se descubrió la Faja Petrolífera del Orinoco (Anzoátegui), que fue nacionalizada durante el Gobierno del fallecido presidente, Hugo Chávez, en 2007. La Faja Petrolífera del Orinoco ‘Hugo Chávez’ cuenta con 55.314 km y tiene 87 % de las reservas petrolíferas de Venezuela.
Gas
Venezuela ocupa el octavo lugar en el mundo de reservas de gas, que representan 200.3 billones de pies cúbicos normales (MMMPCN), según el Ministerio de Hidrocarburos. Sin embargo, si se lograra obtener la certificación de unos 50 bloques gasíferos en el norte del país, pasaría a ser la cuarta reserva mundial.
El país suramericano, cuya empresa estatal petrolera fue una de las sancionadas por el Departamento de Estado de EE.UU., tuvo una caída en su producción de 87 % entre 2015 y 2020, cuando pasó de producir un promedio de 2,4 millones de barriles diarios a 339.000 barriles, en junio de 2020. De cada cien dólares en divisas, el país dejó de percibir 99 durante siete años.
Como parte de la recuperación de su producción a apuesta a exportación de otros recursos energéticos, la nación latinoamericana espera exportar su primera molécula de gas en 2027, según ha adelantado la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, en distintas ocasiones.

Oro y otros minerales
Venezuela posee 48 minerales, entre metálicos y no metálicos, que sirven de materia prima para impulsar distintos sectores industriales, tecnológicos y productivos en el mundo.
Entre los más relevantes de los minerales metálicos con los que cuenta el país se encuentran: oro, hierro, bauxita, níquel, cobre, molibdeno, galena, hierro, magnesio, manganeso, mercurio (cinabrio), plata, plomo, zinc, titanio, tungsteno, cromo, coltán y vanadio, entre otros.
Entre los no metálicos están: arcillas blancas, arenas silíceas, asbesto, barita, bentonita, caliza dolomítica, yeso, calizas, caolín, carbón, cianita, cuarzo cristalino, cuarzo y cuarcita, diamante, diatomita, dolomita, feldespatos, fosfatos, grafito, granito, ilmenita, magnesita, mármol y caliza, mica, sal, talco, turba.
Según cifras del Consejo Mundial del Oro, Venezuela produjo en 2024 un total de 30, 6 toneladas de oro, sin contar con el potencial aurífero del Arco Minero, en el estado Bolívar.
El Arco Minero del Orinoco es una zona de desarrollo estratégico que cuenta con una extensión territorial de 111.843 km², donde existen minerales como coltán, bauxita, granito, diamante, cuarzo, oro y hierro, según el Ministerio de Desarrollo Minero.

Allí se encuentran además reservas de ‘tierras raras’, con presencia de minerales empleados en la fabricación de artefactos de alta tecnología como reactores nucleares, láseres, máseres (amplificadores de microondas), baterías de alto rendimiento, combustibles y hasta filtradores de radiación.
Implicaciones geopolíticas
- Interés internacional: Las riquezas venezolanas han sido objeto de presiones externas, sanciones y estrategias de “cambio de régimen” para facilitar el acceso de corporaciones extranjeras.
- Plan interno: El gobierno venezolano ha delineado políticas para fortalecer la producción nacional y consolidar al país como líder energético global
La nación bolivariana, con una ubicación geográfica privilegiada como puerta de entrada a Suramérica, desde septiembre pasado ha sido uno de los principales objetivos de Washington, que acusa al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de supuestamente liderar una organización de tráfico de drogas que ha sido declarada como terrorista, sin esbozar prueba alguna.