En un giro importante en las negociaciones para la paz en Ucrania, Ucrania junto a sus principales aliados europeos, incluyendo Alemania, Francia y Reino Unido, rechazaron partes esenciales del plan de paz de 28 puntos presentado por Estados Unidos y respaldado por Rusia. La negativa se produjo tras una llamada entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y los líderes occidentales Friedrich Merz, Emmanuel Macron y Keir Starmer.
El plan estadounidense-ruso proponía un alto al fuego inmediato y ciertas concesiones territoriales por parte de Ucrania, incluyendo el reconocimiento ruso de Crimea, Donetsk y Lugansk como territorios rusos de facto, además de limitaciones a las fuerzas armadas ucranianas y el levantamiento de sanciones contra Moscú. Ucrania y sus aliados consideran que estos puntos representan una capitulación inaceptable que compromete la soberanía y la integridad territorial ucraniana.
Los líderes europeos enfatizaron que cualquier acuerdo de paz debe tomar como base la línea de contacto actual y mantener la capacidad militar de Ucrania para defenderse. Asimismo, han declarado que cambios territoriales deben ser rechazados y que el principio de que las fronteras no se deben cambiar por la fuerza es fundamental para la negociación. Zelenski ha reiterado que su país presentará alternativas al plan y se mantiene firme en no sacrificar la dignidad ni la independencia de Ucrania, pese a la presión de Estados Unidos que incluso amenazó con suspender la ayuda militar para forzar la aceptación del acuerdo.
Este rechazo se produjo en un contexto de negociaciones complicadas durante la cumbre del G20 en Johannesburgo, donde los aliados reafirmaron su compromiso con Ucrania a la vez que subrayaron que cualquier aspecto del plan que afecte a la Unión Europea y la OTAN debe ser aprobado por estos organismos.
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin apoyó públicamente la propuesta estadounidense, calificándola como una base viable para un acuerdo de paz, mientras que Zelenski advierte que está ante uno de los momentos más críticos en la historia de Ucrania, donde debe decidir entre mantener el respaldo occidental o ceder en cuestiones consideradas innegociables.
La situación permanece tensa y las negociaciones continúan en busca de un acuerdo que pueda ser aceptable para todas las partes involucradas.