El Gobierno de Nicaragua aprobó un crédito internacional destinado a la construcción de la carretera Masaya–Sabana Grande, en su sección interurbana correspondiente a la Fase I, una obra considerada clave para mejorar la conectividad vial en la región.
Según la autorización oficial, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público será el encargado de gestionar el préstamo por 25 millones de dólares, mientras que la Alcaldía de Managua (ALMA) asumirá la responsabilidad de ejecutar el proyecto.
El financiamiento proviene del Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID) y está orientado a fortalecer la infraestructura vial, facilitar el transporte de personas y mercancías, además de dinamizar la actividad económica entre las comunidades ubicadas en el corredor Masaya–Sabana Grande.
El acuerdo también establece que el Ministerio de Hacienda representará de manera oficial al país durante la firma del préstamo, garantizando así los compromisos financieros y administrativos necesarios para el desarrollo de esta importante obra.
Con esta inversión, el Gobierno reafirma su apuesta por mejorar la movilidad y promover el progreso económico mediante la modernización de la red vial nacional.