El café de Nicaragua se ha convertido en uno de los productos más emblemáticos del país, reconocido internacionalmente por su calidad, sus perfiles de sabor únicos y el impacto económico y cultural que genera.
El cultivo de café en Nicaragua inició en el siglo XIX y rápidamente se consolidó como motor de desarrollo en regiones como Jinotega, Matagalpa y Nueva Segovia, donde el clima fresco y los suelos volcánicos ofrecen condiciones ideales para producir granos de alta calidad.
- Variedades destacadas: Bourbon, Caturra, Pacamara y Maracaturra.
- Perfil de sabor: cuerpo medio, acidez brillante y notas que van desde lo cítrico y floral hasta el chocolate y el caramelo.
- Procesos de beneficio: lavado, natural y honey, que potencian la diversidad de aromas y sabores.
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El café nicaragüense ha recibido altas calificaciones en la Specialty Coffee Association (SCA), consolidándose como café de especialidad en mercados internacionales.
El café es una de las principales exportaciones agrícolas del país y genera empleo para miles de familias campesinas. Además, cooperativas y pequeños productores han impulsado el café orgánico y de comercio justo, fortaleciendo la sostenibilidad y la reputación del producto en el extranjero.
El café nica es parte de la vida cotidiana: se comparte en reuniones familiares, se ofrece como gesto de hospitalidad y se celebra como símbolo de identidad nacional. Su aroma y sabor no solo conquistan paladares, sino que también cuentan la historia de un país que ha hecho del café un verdadero patrimonio cultural y económico.