Afectando múltiples líneas por tiempo indeterminado.
El servicio de transporte público en San Miguel de Tucumán, Argentina, quedó prácticamente paralizado este jueves por un paro convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
El paro responde a la suspensión de 150 conductores aplicada por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat).
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El conflicto impacta en 13 de las 14 líneas que circulan en la capital tucumana; la Línea 8 fue la única que continuó operando al no registrar sanciones a su personal. Miles de usuarios se vieron obligados a buscar medios alternativos de traslado, mientras el gremio evalúa mantener la protesta hasta que se levanten las suspensiones.
Dirigentes sindicales anunciaron que en la tarde de este jueves se realizará una reunión en la sede provincial de la UTA para definir los próximos pasos. “La medida seguirá mientras no se reviertan las sanciones ni los despidos”, expresaron fuentes del gremio.
El enfrentamiento entre choferes y empresarios se da en un contexto de tensiones persistentes con el Municipio. Desde Aetat sostienen que la administración local no ha cumplido con las condiciones económicas necesarias para sostener el servicio, lo que habría motivado las suspensiones.
Por su parte, el fiscal municipal, Conrado Mosqueira, calificó la postura empresarial como una “actitud extorsiva”, mientras que los empresarios acusan al Municipio de “inacción” y de provocar el “deterioro financiero” del sector.
Además, las empresas de transporte reclaman la falta de controles frente al avance del transporte ilegal y apuntan particularmente a Uber Moto, que —según denuncian— opera sin regulación.
Aetat también reiteró su pedido de implementar un sistema de pago “por kilómetro recorrido”, similar al modelo vigente en Salta, para garantizar ingresos que cubran los costos de operación.
El secretario general de la UTA, César González, señaló que el gremio evaluará durante la jornada las próximas acciones mientras se mantienen las conversaciones con los empresarios del sector y se aguarda la mediación del Gobierno provincial.
De no lograrse un entendimiento este viernes, la paralización del servicio podría prolongarse durante el fin de semana, lo que incrementaría el impacto en la movilidad urbana. Por ahora, el conflicto no afecta a los servicios interurbanos ni rurales, ya que las suspensiones se aplican únicamente a las líneas que operan dentro de la capital tucumana.