Realizado por: César Mairena.
Desde la época del estratega chino, que escribió la obra maestra “El Arte de La Guerra”, Sun Tzu, el factor sorpresa o sorprender al enemigo, era fundamental para garantizar el éxito y el triunfo en la batalla.
Este extraordinario estratega, consideraba que engañar al enemigo era fundamental, aparentar debilidad cuando se es fuerte, y estar preparado cuando el enemigo cree estar seguro.
Otro principio que estableció Sun Tzu, en esta obra literaria magistral, es que la mejor victoria es la que se da sin luchar, es decir es mejor lograr persuadir, negociar o ganar la cooperación del oponente sin recurrir a la violencia directa.

En el presente artículo, analizaremos antecedentes de incursiones militares norteamericanas y la actual realidad de las fuerzas armadas de ese país, ante la alarmante posibilidad de un escenario en que EEUU invada a la hermana república bolivariana de Venezuela.
También abordaremos las distintas modalidades de agresión, a las que EEUU puede echar mano, para atacar a la hermana república bolivariana de Venezuela.
Actualmente, las fuerzas armadas de EEUU, no tienen la disponibilidad económica ni financiera, con la que contaba en esa invasión al país canalero, esos recursos de apoyo son muy importantes para trasladar tropas, armamento y crear una cadena de suministros que garantice alimentación, combustible y municiones a los efectivos desplegados en un territorio intervenido o invadido militarmente.
Recordemos que actualmente, el gobierno federal de EEUU, está “apagado” por conflictos entre los demócratas y los republicanos que no se pusieron de acuerdo sobre el monto que sería destinado al presupuesto del gobierno federal de EEUU para el año 2026.

La superioridad militar de China, mostrada en el último desfile militar.
Además del “apagón del gobierno federal”, otro golpe a la moral de las fuerzas armadas de EEUU, fue el impresionante desfile militar, a inicios de septiembre del presente año, en el 80º aniversario del triunfo de la República Popular de China, sobre el nazismo y el imperialismo japoneses, en la segunda guerra mundial. Muchos han minimizado las capacidades bélicas del gigante asiático tildándolo de “Ejército de Papel” por no contar con mucha experiencia en conflictos armados actuales, como sí las tienen las fuerzas armadas de Norteamérica, pero ese desfile demostró que ya China, es una potencia con capacidades bélicas muy desarrolladas, incluso, el actual Secretario de Guerra de EEUU, Pete Hegseth, lo ha reconocido, declarando: “Estados Unidos pierde contra China en todos los juegos de guerra simulados por el Pentágono”.
Casos en que EEUU atacó sin previo aviso.
Como dice el dicho “en guerra avisada, no muere soldado”, ver este despliegue militar, cerca de las costas del caribe del hermano país suramericano, con una cobertura mediática impresionante, en esta época de la noticia inmediata a través del internet, le quita el efecto sorpresa a un posible conflicto entre EEUU y Venezuela y eso es fundamental para el éxito de una incursión o un ataque militar.
Por eso es importante enumerar algunos cuantos casos, en que EEUU, atacó sin previo aviso y alcanzó sus objetivos militares.

Ese asesinato, fue orgullosamente anunciado por el presidente Trump, en su primer mandato, expresando: «Podemos reconfortarnos al saber que su reinado de terror [de Soleimani] ha terminado».
En esa ocasión, Trump, responsabilizó al general iraní de la muerte, el 27 de diciembre del 2019, de un contratista norteamericano en un ataque contra una base militar en Irak y acusó al general de haber organizado el asalto a la embajada de EEUU en Bagdad, que se produjo en respuesta a bombardeos norteamericanos en Siria e Irak.

En ese momento, Trump publicó en las redes sociales: “Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán. Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní. Se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow. Todos los aviones regresan sanos y salvos a casa. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses. Ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho esto. ¡AHORA ES LA HORA DE LA PAZ!. Gracias por su atención a este asunto”.
Al ver estos dos casos en que sin previo aviso, EEUU (dirigido por el mismo presidente) atacó objetivos militares, creer que este gran despliegue militar que se ha organizado en contra de Venezuela, tendrá tanta efectividad como lo tuvieron estos ataques referidos, es algo bastante improbable, por lo que dice un dicho bien conocido: “En guerra avisada, no muere soldado”. Ahora es válido cuestionarnos: ¿Entonces cuál es la verdadera razón de este despliegue militar y naval de EEUU?.
Trump ha declarado que no pretende atacar a Venezuela, y que tan enorme despliegue militar es simplemente para “atacar al narcotráfico” una declaración nada creíble, y menos de un hombre que se vende como errático e inestable pero que tiene bien definido su plan a ejecutar, para garantizar la hegemonía norteamericana en el mundo.

Recordemos que no sería la primera vez que EEUU hace un despliegue de esta envergadura, como parte de una guerra psicológica y de terror, contra una nación, en Nicaragua, en la década de los años 80 del siglo 20, otro presidente, el tristemente célebre Ronald Reagan (presidente que por cierto Trump admira mucho), también lo hizo al financiar, apoyar y entrenar a la Contra que practicó sabotajes contra infraestructura vital y estratégica (puertos, puentes, etc) todos estos, actos de “guerra de baja intensidad” por la que EEUU fue condenado por la Corte Internacional de Justicia en 1986.
Reagan movilizó fragatas de guerra cerca de nuestras costas y planificó vuelos casi diarios sobre el territorio nicaragüense, del avión SR-71 Blackbird, el famoso “Pájaro Negro”, que era un avión espía norteamericano que tomaba fotografías sobre posiciones defensivas estratégicas del Ejército Sandinista, el cual, al romper la velocidad del sonido, generaba un estruendo, que delataba su paso en el país espiado. ¿El objetivo de esas actividades? Crear zozobra, miedo e intranquilidad tanto en las fuerzas armadas, como en la población civil ante una inminente invasión norteamericana. En aquel tiempo la pregunta que los norteamericanos buscaban que los nicaragüenses se hicieran no era si los EEUU nos iban a invadir, si no ¿Cuándo?. Recordemos que el miedo es una poderosa arma, porque paraliza al adversario y no le permite tomar decisiones en un contexto real y objetivo, en una percepción de los hechos, manipulada por el temor.
Ahora, eso no quiere decir que EEUU no quiera, ni tenga poderosas razones para invadir a nuestros hermanos venezolanos, ya que la gigantesca reserva de petróleo, el abundante oro, los grandes yacimientos de minerales de tierras raras, entre muchos otros recursos naturales que Venezuela tiene (sin hablar de la autoridad moral y el ejemplo de la revolución chavista y bolivariana que es Venezuela para nuestro continente en el ámbito geopolítico), son una muy poderosas motivaciones para un imperio como el norteamericano, adicto a robar, arrebatar y explotar los recursos naturales de otros países. Sino veamos la situación actual que vive el estado fallido de Libia, donde EEUU y Europa extraen el petróleo, después de la muerte del líder Muamar El Gadafi. Pero la agresión actual norteamericana, no sería una típica invasión como las que hemos visto en el pasado, en contra de Venezuela.
Una guerra de baja intensidad, una guerra más barata y práctica.
EEUU abandonó Afganistán, y lo dejó a merced de los Talibanes apertrechados con armamento norteamericano. ¿Por qué?. Por un componente económico. Fue una solución rápida y sobre todo económicamente viable, a una derrota militar geopolítica, en ese territorio. Ya EEUU no podía seguir manteniendo fuerzas armadas en ese país, EEUU tiene uno de los ejércitos más grandes del mundo, un elefante blanco gigantesco y mantener soldados, maquinaria, vehículos y armamento operativo y dispuesto para el combate, es carísimo, es desgastante.
Dejar “abandonados” los pertrechos militares, ahorró al imperio norteamericano el cuantioso y caro traslado de los mismos, fuera del territorio afgano y dejárselo a los Talibanes era mejor que dejarlos a merced de ISIS, pues desde la guerra de los afganos contra la URSS en los 80, del siglo 20, siempre han tenido una comunicación fluida y beneficiosa para ambas partes.
Pero si alguna de nuestras amigas o amigos lectores puede llegar a pensar que esas actividades de “guerras de baja intensidad” son parte del pasado en las estrategias militares norteamericanas les recuerdo que el mismísimo presidente ruso, Vladimir Putin, denunció -antes de la operación militar especial contra Ucrania y siendo presidente de EEUU, Joe “El Dormilón” Biden- incursiones desde territorio ucraniano de operativos de la CIA, que realizaban misiones de reconocimiento y sabotaje de infraestructura vital y estratégica, en territorio ruso.
Incluso, Rusia en su momento, llegó a denunciar la existencia -al iniciar la operación especial- en territorio ucraniano, de laboratorios con armas biológicas como el Ántrax e incluso se encontraron cepas del Covid-19 como las que originaron la pandemia mundial. EEUU siempre ha usado armas biológicas contra gobiernos adversos a sus intenciones expansionistas, injerencistas e imperialistas, si usted lo duda, pregúntele al heroico, generoso y valiente pueblo cubano o a los guatemaltecos, que fueron víctimas de experimentos de norteamericanos con enfermedades venéreas, camufladas como inocentes “campañas de vacunación” en los años 60, del siglo 20. El uso de armas biológicas, por muy riesgosas y peligrosas que sean, son más baratas que las invasiones militares formales y son un útil instrumento de guerra de los EEUU.

Ese es el triste papel, de María Corina Machado, una vende patria que sin ninguna vergüenza y con total descaro pide intervenciones militares directas de EEUU y la Unión Europea, contra el pueblo patriota venezolano y el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro. Y no es que al imperialista de Donald Trump, le preocupe el derecho internacional o los foros diplomáticos como la ONU o la OEA (que son instrumentalizados y usados descaradamente por los EEUU) este cambio de estrategia, obedece más a una mejor administración de los recursos económicos militares de EEUU, simplemente.
La razón por la que fue premiada con el Premio Nobel de la Paz, antes del despliegue de fuerzas armadas, es porque EEUU, requiere, necesita desesperadamente, una dirigente mediática, una figura de alto perfil artificial, que valide la intervención militar norteamericana, para distraer a la opinión pública mundial y justificar que el cambio de régimen es por razones políticas y de gobernanza, mostrando a Maduro como un sanguinario dictador que oprime al pueblo y un delincuente narcotraficante y no por la voracidad del imperio norteamericano que quiere los recursos naturales venezolanos.
Los EEUU han aplicado el manual de Golpe Suave de Gene Sharp, noticias falsas, falsos positivos, falsa bandera, calumnias, auto atentados, mentiras y manipulaciones, es decir todos los repertorios posibles para derrocar a gobernantes dignos, patriotas y soberanos venezolanos, como lo han sido Hugo Chávez y Nicolas Maduro, pero no han logrado derrocarlos, gracias a la valentía y la consciencia del ejemplar pueblo venezolano defendiendo su revolución bolivariana. Ahora hacen uso del componente militar, ya no en un formato de invasión formal como en el pasado, ahora el componente militar es parte de la guerra de baja intensidad, más barata y que puede lograr el mismo objetivo deseado: Cambiar al gobierno de Venezuela, para que EEUU pueda saquear los recursos naturales venezolanos.
Desde un portaviones no solo se pueden enviar cazas de combate a bombardear objetivos estratégicos venezolanos, pueden salir lanchas rápidas transportando operativos de la CIA, Seals, Delta Force o mercenarios, para realizar acciones terroristas de guerras de baja intensidad como sabotajes, atentados y magnicidios para desestabilizar Venezuela desde adentro, para desgastar al gobierno venezolano.
También la sola presencia de navíos de guerra, convulsiona, afecta, perjudica, limita actividades comerciales como la pesca (sea esta artesanal o industrial) y el tránsito de buques mercantes por esas aguas, es decir un bloqueo marítimo de hecho, sin tirar un tiro, que afectará también a Venezuela.

Ni Venezuela es Libia, ni Maduro es Gadafi, es decir, el gobierno bolivariano no está aislado diplomáticamente, como los EEUU aislaron en su momento, a ese dirigente del país que es simplemente, el mayor productor de petróleo del norte de África. Por eso Maduro ha solicitado apoyo militar de Rusia, China e Irán, contrincantes todos de EEUU. Irán puede aportar drones y misiles a la causa venezolana, China imágenes satelitales, por dar un rápido ejemplo en este escenario.
Además Venezuela, cuenta con un arsenal que hacen de su fuerza armada, una de las más poderosas del continente: Tienen mucho armamento defensivo y ofensivo actualizado (su fuerza aérea cuenta con F16 norteamericanos y SU-30 rusos), en Venezuela hay una fábrica de Ak-103 y de sus respectivas municiones, cuentan con sistemas de defensa aérea de largo alcance como el sistema S-300, de mediano alcance como el BUK-M2E y de corto alcance/portátiles como el Igla-S y el Pechora. Además de armas de fabricación rusa, los venezolanos cuentan con armas norteamericanas como el fusil anti materia Barret 82, calibre 50 mm. Armamento, que de darse una intervención militar convencional, será muy útil para defender el país.
Maduro ha demostrado, su capacidad organizativa y de movilización como dirigente, al activar a cerca de 4 millones de reservistas, independientemente de las fuerzas armadas profesionales.
Otro elemento, que tienen en contra los norteamericanos, a la hora de ejecutar una intervención militar convencional en contra de los venezolanos es que: Son más baratos los sistemas defensivos de un país que los sistemas ofensivos del invasor, ejemplo: Un Sam-7 o un Igla-S que cuestan miles de dólares pueden derribar un caza de guerra F22 Raptor o un F35 Lightning, que cuestan millones de dólares y seamos sinceros, en este actual mundo multipolar, EEUU no se puede dar el lujo de estar perdiendo aviones de combate por docenas en una incursión, ya ni hablemos del costo político que Trump enfrentaría con una derrota militar y menos con los últimos resultados electorales en EEUU, que están beneficiando a los demócratas.
Ahora, los analistas del pentágono siguen adivinando que es lo que transportó a el país suramericano, un avión carguero Iluyshin ruso, con la matrícula RA-78765, que aterrizó en Caracas el 29 de octubre del presente año, la aeronave, es de los aviones de carga más grandes del mundo, por lo que tiene la capacidad de transportar 50 toneladas de cargamento, también puede transportar muchos efectivos, muchos, que bien podrían ser mercenarios de la fuerza élite Wagner, para complicar más el asunto.
Señores, de darse un conflicto militar convencional, una invasión norteamericana a Venezuela, la cosa no está fácil para el agresor y por eso los norteamericanos tendrán que implementar la guerra de baja intensidad y de desgaste, muy difícilmente implementarán una invasión convencional como en el pasado.

Para finalizar, Elliott Abrams, enviado especial de Trump, a Venezuela entre 2019-2021, y quien ocupó cargos en los gobiernos de Reagan y Bush hijo, declaró en una entrevista ante BBC Mundo: “El presidente Trump está aplicando más presión ahora. Esa flotilla en el caribe no es lo suficientemente grande como para invadir Venezuela, y no creo que Trump tenga ninguna intención de hacer eso, pero es mucho más grande de lo que se necesita para dispararle a pequeñas lanchas rápidas fuera del agua”.