Pacayita, Catarina (Masaya) En las alturas de la Meseta de los Pueblos, donde el clima fresco acaricia la tierra y la tradición florece con cada estación, se encuentra la comunidad de Pacayita. Este rincón rural, ubicado a pocos minutos del mirador de Catarina, guarda un tesoro natural que cada año cobra vida: sus campos de flores.
Durante los últimos días de octubre, los jardines de Pacayita se transforman en un espectáculo de color. Crisantemos, margaritas, lirios y jalacates se abren al sol, listos para ser cortados y enviados a mercados de todo el país. La cosecha coincide con la conmemoración del Día de los Fieles Difuntos, una fecha en la que miles de familias nicaragüenses adornan los cementerios con flores frescas como símbolo de amor y memoria.
Uno de los protagonistas de esta tradición es don José Anastacio García, conocido como don Tacho, floricultor con más de dos décadas de experiencia. “Aquí sembramos con cariño, porque cada flor lleva un sentimiento”, comenta mientras recorre sus parcelas. Su producción abastece ciudades como Matagalpa, Estelí, León y Rivas, y representa una fuente vital de ingresos para la comunidad.
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Pacayita no solo cultiva flores: cultiva identidad. En medio de un entorno natural privilegiado a más de 1,100 metros sobre el nivel del mar sus habitantes han convertido el cultivo en una expresión cultural que combina trabajo, fe y belleza. Aunque aún poco conocida por el turismo, la comunidad forma parte de la Ruta de los Pueblos Blancos, y es ejemplo de cómo la agricultura puede convivir con la sostenibilidad y el arraigo. Este año, los campos de Pacayita vuelven a florecer, recordándonos que en cada pétalo hay historia, y en cada jardín, una comunidad que resiste y florece.