Lema 2025: “Salud mental en emergencias humanitarias”.
El Día Mundial de la Salud Mental se celebrará el 10 de octubre de 2025, con el objetivo de concienciar sobre la importancia del bienestar mental y reducir el estigma asociado a las enfermedades mentales.
Esta fecha busca concienciar sobre la importancia del bienestar emocional, especialmente en contextos de crisis y catástrofes. Su objetivo es crear conciencia, reducir el estigma y promover el acceso a servicios de salud mental de calidad.
La salud mental influye directamente en cómo pensamos, sentimos y actuamos. Afecta nuestras relaciones, decisiones, desempeño laboral y calidad de vida.
“Salud mental en emergencias humanitarias”
- Este año se enfoca en proteger la salud mental en situaciones extremas como conflictos armados, desastres naturales y crisis sanitarias.
- Según la OMS, una de cada cinco personas afectadas por emergencias desarrolla trastornos mentales como ansiedad, depresión o estrés postraumático.
- La campaña también destaca la necesidad de acceso equitativo a servicios psicosociales, especialmente para migrantes y desplazados.
- Factores como violencia, acoso, discriminación o pobreza aumentan el riesgo de trastornos mentales.
Claves para cuidar la salud mental
- Dormir bien, establecer límites, buscar ayuda profesional, practicar la gratitud y conectarse con los demás son prácticas recomendadas.
- También se alerta sobre hábitos dañinos normalizados como la sobreexigencia, relaciones tóxicas o el consumo excesivo de redes sociales.

De acuerdo con la OMS, una de cada ocho personas en el mundo vive con algún trastorno mental, y la mayoría no recibe el tratamiento adecuado debido a la desinformación y al miedo al juicio social.
En este contexto, resulta fundamental reconocer los factores cotidianos que afectan la salud mental, muchos de los cuales pasan desapercibidos porque se han vuelto parte del estilo de vida moderno:
1. LA SOBREEXIGENCIA CONSTANTE («DEBERÍA HACER MÁS»)
Vivir en modo productividad 24/7 se ha vuelto una medalla social, pero en realidad es agotamiento disfrazado de éxito. No descansar, no permitirte días «improductivos» y sentir culpa por no rendir más, deteriora la autoestima y genera ansiedad crónica.
2. LAS RELACIONES DRENANTES
Ya sean familiares, amistades o parejas, muchas personas toleran vínculos donde predominan la manipulación emocional, la crítica o la indiferencia… «porque así son». Pero normalizar eso es vivir en estrés emocional permanente y con la autopercepción desgastada.
3. EL CONSUMO CONSTANTE DE NOTICIAS O REDES SOCIALES
La saturación de información negativa o comparaciones idealizadas en redes genera una distorsión de la realidad: ansiedad, miedo al futuro o sensación de «no soy suficiente». Y lo peor: ya ni lo notamos, porque es parte del día a día.
4. LA FALTA DE SUEÑO Y DESCANSO REAL
No dormir bien, revisar el celular antes de dormir o «recuperar sueño el fin de semana» parecen hábitos inocentes, pero alteran los niveles de cortisol y serotonina. A largo plazo, esto impacta el estado de ánimo, la memoria y la regulación emocional.
5. REPRIMIR EMOCIONES PARA «MANTENER LA CALMA»
Guardarse la tristeza, el enojo o el miedo por miedo a incomodar o parecer débil se vuelve una bomba interna. Lo emocional no desaparece, solo se acumula hasta que el cuerpo lo grita con ansiedad, insomnio o enfermedades psicosomáticas.
El Día Mundial de la Salud Mental no es solo una fecha conmemorativa: es un recordatorio de que el bienestar mental es un derecho humano básico, no un lujo.
Priorizarlo implica buscar ayuda profesional cuando se necesita, poner límites, descansar sin culpa y entender que cuidarse también significa aprender a soltar lo que duele.