El 3/23 en triples ante la Virtus condenó al Madrid, que suma dos derrotas en sus tres primeros partidos oficiales.
El Real Madrid ha iniciado la temporada con dos derrotas en tres partidos oficiales. Tras caer en la final de la Supercopa Endesa, los blancos también perdieron en su debut en la Euroliga ante la Virtus (74-68), lastrados por un pobre 3/23 en triples. Este jueves recibirán al Olympiacos en su primer gran duelo continental.
El mal tiro exterior se repite: entre la Supercopa y el partido ante la Virtus suman 17/69 desde el perímetro. Además, Niang volvió a ser una pesadilla para un equipo de Scariolo, aportando 12 puntos, cuatro rebotes, tres asistencias y 16 de valoración en su estreno en la Euroliga, donde ya apunta a futuro NBA.
El joven italiano (21 años) brilló junto a Vildoza, quien lideró la remontada con intensidad y hasta un autopase, pasando del 7-15 al 34-27. Smailagic bregó con Tavares y Carsen Edwards, máximo anotador de la pasada temporada, volvió a destacar. Solo Abalde logró frenarlo al inicio.

Con 14 puntos y varias asistencias, Edwards impulsó a la Virtus hasta el 66-54 en el minuto 36. El Madrid, pese a su mal día en triples, se mantuvo en la pelea gracias a su resiliencia. Campazzo apareció con dos triples, uno a la media vuelta, para acercar a los blancos (70-68). Sin embargo, Morgan sentenció con dos tiros libres a 11 segundos del final.
El intento final de Hezonja en penetración no tuvo éxito. El alero, máximo anotador del Madrid con 14 puntos, simbolizó la mala noche desde el triple con un 0/7. Los blancos tardaron hasta el minuto 28 en anotar su primer acierto exterior, obra de Okeke tras 12 intentos fallidos, pero la sequía continuó.
Ni Okeke ni los nuevos destacaron. Lyles apenas apareció y Kramer, pese a su esfuerzo defensivo, solo lanzó dos veces. Maledon, Procida y Almansa fueron baja. En los momentos decisivos, la responsabilidad recayó en la vieja guardia: Campazzo, Deck, Hezonja y Tavares. Al Madrid aún le queda mucho trabajo y el tiempo apremia.