Por primera vez, la cumbre se celebra en África.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que no asistirá a la próxima cumbre del G20 que se llevará a cabo en Johannesburgo, Sudáfrica, en noviembre.
En su lugar, enviará al vicepresidente J.D. Vance como representante oficial. Esta decisión se produce en medio de una relación tensa entre Trump y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa.
El G20 reúne a las 19 economías más grandes del mundo junto con las uniones Africana y Europea, y se enfoca en políticas económicas globales, donde abordaran temas clave como la solidaridad, la igualdad y la sostenibilidad a nivel mundial.
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Las diferencias entre ambos líderes se remontan a un encuentro en la Casa Blanca a principios de año, cuando Trump insistió en sus controvertidas acusaciones sobre un supuesto genocidio contra los agricultores blancos en Sudáfrica; una afirmación que el gobierno de Ramaphosa ha rechazado categóricamente.
Además, Trump ha manifestado su descontento con la postura de Sudáfrica respecto al conflicto entre Hamás e Israel; lo que llevó a Estados Unidos a suspender la asistencia económica y a imponer un arancel del 30% sobre las exportaciones sudafricanas.
Funcionarios sudafricanos expresaron su satisfacción por la participación de Vance en la cumbre, destacando que el éxito del G20 radica en los debates sobre temas globales, más allá de la presencia de un solo líder.