Las langostas, también conocidas popularmente como chapulines, se han convertido en una amenaza creciente en varias zonas del país, especialmente en sectores a lo largo de Carretera Sur, donde su presencia es cada vez más evidente.
Estos insectos, famosos por su rápida reproducción y su voracidad, están dejando estragos a su paso. En cuestión de horas pueden devorar jardines enteros, afectando tanto áreas residenciales como espacios verdes, lo que ha generado preocupación entre los habitantes.
Vecinos reportan haber visto enjambres de langostas en patios y alrededores de sus viviendas. “Aparecieron de repente y han arrasado con las plantas. Nunca había visto algo así”, comentó una residente afectada.
Aunque el impacto visual y ambiental es significativo, expertos aclaran que estos insectos no representan un riesgo para la salud humana. Sin embargo, sí advierten sobre el potencial daño a cultivos y vegetación ornamental, por lo que recomiendan mantener la vigilancia y, de ser necesario, consultar con autoridades ambientales o de sanidad vegetal.
Especialistas también subrayan la importancia de distinguir correctamente a estos insectos de otras especies similares, ya que no todas tienen el mismo nivel de impacto sobre el entorno agrícola o doméstico.