La leche de cabra, reconocida por su alto valor nutricional y su fácil digestión, continúa posicionándose como una alternativa viable y sostenible dentro del sector agropecuario de Nicaragua. Cada vez más productores optan por la cría de cabras, tanto para el consumo directo de su leche como para la elaboración de quesos artesanales y otros productos derivados.
De acuerdo con el monitoreo más reciente del Ministerio Agropecuario (MAG), hasta julio de 2025 se ha registrado una producción de 651,600 litros de leche de cabra en todo el país. Esta producción proviene de más de 4,500 fincas distribuidas a nivel nacional, lo que evidencia el creciente interés por esta actividad pecuaria.
Especialistas del sector destacan que la leche de cabra no solo representa una fuente nutritiva para la alimentación familiar, sino también una oportunidad económica para pequeños y medianos productores. Además, su procesamiento en productos derivados como yogures, quesos y cosméticos naturales está abriendo nuevas oportunidades de comercialización en mercados locales y regionales.
Con un enfoque cada vez más orientado hacia la sostenibilidad y el aprovechamiento de recursos, la producción caprina se perfila como una pieza clave en la diversificación de la ganadería nicaragüense y en el impulso a economías rurales más resilientes.