La sopa marinera es mucho más que un plato: es una celebración de los sabores del mar y de la tradición costera de Nicaragua. Preparada con mariscos frescos, leche de coco, y ese toque inconfundible de especias criollas, esta sopa es un abrazo cálido que evoca la brisa salina y el ritmo tranquilo de la vida junto al océano.
Ingredientes que cuentan historias
La versión nicaragüense de la sopa marinera se distingue por su riqueza y profundidad de sabor. Entre sus ingredientes más comunes están:
- Camarones, jaibas, almejas y pescado fresco
- Leche de coco, que aporta cremosidad y un sabor tropical
- Chiltoma, cebolla, ajo y tomate para el sofrito base
- Cilantro, achiote y pimienta negra para el sazón tradicional
- Yuca, plátano verde o malanga, que le dan cuerpo y textura
Cada ingrediente tiene su papel en esta sinfonía culinaria, y juntos crean una experiencia que es tanto nutritiva como reconfortante.
Preparación con alma
La magia comienza con un buen sofrito, donde se doran los vegetales y especias hasta liberar sus aromas. Luego se incorporan los mariscos y la leche de coco, dejando que todo se cocine lentamente para que los sabores se integren. Las raíces y tubérculos se agregan al final, cocinándose hasta quedar suaves y llenos de sabor.
Un plato con identidad
La sopa marinera no solo es popular en las costas del Pacífico nicaragüense, como en San Juan del Sur o Corinto, sino que también se ha convertido en un plato festivo en celebraciones familiares y ferias gastronómicas. Su sabor profundo y su presentación colorida la hacen irresistible.