La lucha indígena no es solo por la tierra, sino también por el reconocimiento político, económico y cultural.
La represión contra la resistencia indígena en Guatemala sigue siendo una realidad alarmante, marcada por violencia, criminalización y despojo de tierras ancestrales. Sin embargo, son miles las órdenes de captura contra campesinos e indígenas.
En otras comunidades se cuentan por decenas las capturas a líderes campesinos e indígenas que luchan por sus tierras ancestrales y por no permitir el saqueo de los bienes naturales por multinacionales extractivas.
Represión violenta y asesinatos
- Dos líderes comunitarios, fueron asesinados mientras defendían sus tierras frente a una incursión policial en favor de una hidroeléctrica en el norte del país.
- La Policía Nacional, Civil afirma haber actuado bajo orden judicial, pero líderes indígenas denuncian colusión entre autoridades judiciales y el Ministerio Público para beneficiar a empresas extractivas.
- Hay miles de órdenes de captura contra campesinos e indígenas, y decenas de líderes han sido detenidos por oponerse al saqueo de recursos naturales.
Resistencia pacífica y defensa democrática
- En Ciudad de Guatemala, comunidades indígenas han mantenido protestas pacíficas frente al Ministerio Público, exigiendo la renuncia de altos funcionarios, incluida la fiscal general.
- Estas manifestaciones, lideradas por el Concejo de Autoridades de 48 Cantones del Pueblo Maya K’iché’, buscan preservar la democracia y evitar una nueva confrontación armada.
- El presidente Bernardo Arévalo ha reconocido públicamente la importancia de la resistencia indígena frente a la marginación histórica.
Las comunidades denuncian que el Estado favorece intereses empresariales sobre los derechos de los pueblos originarios, perpetuando el racismo estructural y la exclusión.