El mundo del rock lloró la pérdida de Ozzy Osbourne, quien falleció el pasado 22 de julio a los 76 años. Ahora, nuevos informes revelan que la causa de su muerte fue un infarto agudo al miocardio, según documentos obtenidos por The Sun.
Además del infarto, el certificado de defunción menciona un paro cardíaco extrahospitalario como parte de las causas del fallecimiento. El legendario vocalista Ozzy Osbourne de Black Sabbath llevaba años enfrentando graves problemas de salud, incluyendo la enfermedad de Parkinson, que le fue diagnosticada en 2020.
Esta enfermedad, junto con complicaciones coronarias, contribuyó a su delicado estado físico. Durante los últimos años, Osbourne tuvo que someterse a múltiples operaciones que minaron aún más su salud y lo llevaron a retirarse de los escenarios en 2023. Pese a su debilitamiento, Ozzy Osbourne protagonizó una emotiva última presentación en el concierto “Back to the Beginning”, un evento especial para celebrar su retiro definitivo; acompañado por los miembros originales de Black Sabbath, la banda que lo catapultó a la fama y lo convirtió en leyenda del hard rock. El certificado de defunción rinde homenaje a Ozzy al mencionar su profesión como “leyenda del rock, compositor e intérprete”, reconociendo así su enorme impacto en la música y la cultura popular.
La partida de Ozzy Osbourne deja un vacío profundo e irreemplazable en el universo del rock. Más que un cantante, fue un símbolo de rebeldía, autenticidad y evolución musical. Su inconfundible voz, capaz de estremecer multitudes, y su presencia escénica única marcaron un antes y un después en la historia del hard rock y el heavy metal. Aunque su luz física se ha apagado, su legado permanece intacto: en cada riff, en cada letra, en cada escenario que alguna vez pisó. Ozzy no solo hizo historia, la transformó. Su espíritu vivirá para siempre en la memoria colectiva de la música y en los corazones de millones de fans alrededor del mundo