La calala, también conocida como maracuyá, continúa posicionándose como una de las frutas tropicales más apreciadas en el país por su inconfundible mezcla de sabores dulces y ácidos. Cultivada principalmente en sistemas de enramadas, esta fruta tiene alta demanda tanto en su forma fresca como en la elaboración de jugos, mermeladas, postres y otros productos agroindustriales.
De acuerdo con el más reciente monitoreo realizado por el Ministerio Agropecuario (MAG), al mes de junio de 2025 se ha registrado un acopio total de 833,700 kilogramos de calala en los centros de acopio ubicados en los departamentos de Carazo y Matagalpa.

Este volumen refleja el dinamismo del sector agrícola y el creciente interés por el cultivo de frutas con alto valor comercial. La calala no solo representa una fuente de ingresos para cientos de familias productoras, sino también una opción alimentaria nutritiva y versátil para el mercado nacional e internacional.
Autoridades del MAG han destacado que este crecimiento responde a mejoras en las técnicas de cultivo, organización de productores y mayor acceso a mercados, lo cual fortalece la cadena de valor de este producto tropical.