La tragedia golpeó a Bangladés el lunes 21 de julio cuando un avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea se estrelló contra el Colegio Milestone, en la zona de Diabari, Daca, causando la muerte de al menos 31 personas, incluidos 25 niños, varios de ellos menores de 12 años.
El caza F-7 BGI, una aeronave de origen chino, despegó a las 13:06 desde la base aérea de Kurmitola como parte de una misión de entrenamiento rutinaria, pero pocos minutos después impactó violentamente contra un edificio escolar de dos pisos, desatando un incendio devastador.
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Más de 170 personas resultaron heridas, muchas con quemaduras graves. Los heridos fueron trasladados de urgencia a hospitales de la capital, mientras equipos de emergencia combatían las llamas y evacuaban a decenas de personas del lugar.
A pesar de que el piloto intentó desviar el avión de áreas densamente pobladas, no logró evitar la tragedia. La identificación de varios cuerpos requerirá pruebas de ADN debido al estado de los restos.
El Gobierno de Bangladés, a través del jefe del Ejecutivo interino Muhammad Yunus, ha prometido una investigación exhaustiva. La Fuerza Aérea ha conformado un comité de alto nivel para esclarecer las causas exactas del siniestro, aunque se apunta a una posible falla técnica.
El Papa León XIV envió sus condolencias mediante un telegrama, encomendando a los fallecidos al “amor misericordioso del Todopoderoso” y orando por la sanación de los heridos y el consuelo de los afectados.
El accidente ha conmocionado al país entero y ha generado cuestionamientos sobre la seguridad en los vuelos de entrenamiento militar. La comunidad educativa del Colegio Milestone está devastada, y las familias de las víctimas exigen justicia y respuestas inmediatas.