Luisito Comunica no asistió a la segunda marcha contra la gentrificación, realizada el domingo 20 de julio en la Ciudad de México. En un video publicado en sus redes sociales, explicó que decidió no participar por respeto a los organizadores. Aclaró que entendió las críticas que recibió tras su cobertura de la primera protesta. “Ya entendí el mensaje. No soy bien recibido, y lo acepto”, expresó el influencer, quien fue señalado por tomar el tema a la ligera. En su primer video, usó un tono informal y se centró en detalles anecdóticos. Para muchos, esto restó seriedad a un problema real que afecta a miles de personas.
Luisito ofreció una disculpa pública. Admitió que no supo comunicar la importancia de la protesta. Reconoció que abordó el tema de forma superficial y que la audiencia no recibió bien su enfoque. Afirmó que ahora su intención es apoyar desde sus redes, sin buscar protagonismo. “No se trata de mí. Se trata de una causa que debe ser escuchada”, dijo en su mensaje.
La gentrificación ha afectado a colonias como Roma, Condesa, Juárez y Escandón. El alza de rentas, la llegada de turistas y los alquileres a corto plazo están desplazando a vecinos históricos. Muchas personas pierden su hogar, y con ello, el sentido de comunidad. La segunda marcha fue organizada por colectivos vecinales y asociaciones civiles. Comenzó en la estación Fuentes Brotantes del Metrobús y avanzó hasta Ciudad Universitaria. Al principio, el ambiente fue pacífico. Hubo pancartas, música con instrumentos, consignas y discursos. Pero en algunos puntos del recorrido surgieron tensiones.
Se reportaron pintas en edificios, vidrios rotos en negocios cerca de Perisur, encapsulamientos por parte de la policía y enfrentamientos menores. Ya en Ciudad Universitaria, un grupo se separó y provocó daños en una caseta de vigilancia, en la fachada del MUAC y en la librería Julio Torri. Aunque no estuvo presente, Luisito mostró su respaldo simbólico a la causa. Su postura busca corregir el rumbo de su imagen pública y sumarse al debate social sobre cómo proteger a las comunidades que están siendo desplazadas.