Lo que debía ser una noche memorable por la música de Coldplay terminó convirtiéndose en un verdadero escándalo viral. La ‘kiss cam’ del Gillette Stadium en Estados Unidos captó al CEO de la empresa tecnológica Astronomer, Andy Byron, en actitud cariñosa con Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma compañía.
Lo que más impactó no fue el beso, sino que ambos están casados… con otras personas. Ante la viralización del video y la avalancha de críticas en redes sociales, Byron emitió un comunicado en el que aceptó haber cometido un “error profundamente personal” y lamentó la decepción provocada en lo que, según él, “iba a ser una noche de música y alegría”.

En su mensaje, dirigido especialmente a su esposa Megan Kerrigan Byron, a su familia y al equipo de Astronomer, aseguró que está reflexionando sobre sus acciones y tomándose un tiempo para “asumir responsabilidades y definir los próximos pasos”; tanto a nivel personal como profesional. También pidió respeto a su privacidad. Sin embargo, el CEO no ocultó su incomodidad por al expuesto en lo que consideraba un momento privado. “Es preocupante que algo tan personal se haga público sin consentimiento”, dijo, criticando la exposición mediática del incidente.
Por su parte, Megan, su esposa, no ha ofrecido declaraciones, pero sí dejó señales claras: eliminó el apellido “Byron” de su cuenta de Facebook y desactivó su perfil de Instagram, lo que muchos interpretan como el inicio de una separación inminente. Mientras las redes no perdonan, la historia sigue generando debate sobre ética, privacidad y consecuencias públicas en tiempos digitales.