El Diario Nica

“EL LOCO A CARGO” una estrategia que no sólo Donald Trump usó en la Casa Blanca

 Escrito por: César Mairena

Otro presidente republicano, fue el pionero, al utilizar esta “poco ortodoxa estrategia”, dentro de los muros de la casa blanca: Richard Nixon.

Actualmente, hemos visto otro cambio en el comportamiento de Donald Trump sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia, el inquilino de la Casa Blanca, ha pasado de prometer sistemas antiaéreos únicamente defensivos para Ucrania, a la posibilidad -se espera que hoy haga el anuncio formal- de enviar misiles ofensivos de largo alcance, a Ucrania, capaces de impactar blancos en el interior de Rusia, incluida su capital, Moscú.

Pero volvamos a Nixon, veamos una de sus acciones más arriesgadas usando la estrategia de “EL LOCO A CARGO” o también llamada “LA TEORÍA DEL LOCO” que él mismo bautizó como estrategia.

Las fuerzas armadas de EEUU recibieron en octubre de 1969, en plena guerra fría y estando empantanado en el conflicto con Vietnam, una orden sorpresiva: Aumentar la preparación para un posible enfrentamiento con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Fue así que aviones bombarderos B-52 fueron cargados con armas nucleares y 18 despegaron desde la costa oeste del país, atravesaron Alaska y volaron cerca del territorio soviético, antes de regresar. La orden fue dada ni más ni menos por el presidente, de ese momento, Richard Nixon (quien estuvo a cargo del gobierno de EEUU desde 1969 a 1974).

Nixon pretendía, con esta medida descabellada, hacerles creer a sus enemigos (La URSS y Vietnam) que estaba dispuesto a usar una fuerza excesiva, incluso nuclear, para conseguir la victoria.

Donald Trump, el actual practicante de la estrategia de “EL LOCO A CARGO” o “LA TEORÍA DEL LOCO”, en sus relaciones internacionales, comerciales, militares y geopolíticas.

Como parte de esta estrategia, usada actualmente por Trump, está su fluctuante uso de la guerra arancelaria comercial, donde un día impone un porcentaje a un país y a los pocos días -ya negociando con el país afectado o amenazado- los disminuye o los elimina completamente.   

Ahora, en el ámbito militar, está utilizando el conflicto entre Ucrania y Rusia, para implementar esta estrategia, que tiene (como todo) su pro y sus contras.

El pro -por el que Nixon y Trump han usado esta estrategia- es que se hace muy difícil el análisis geopolítico de la siguiente movida del mandatario norteamericano, de parte de sus adversarios políticos, comerciales y militares. Toma acciones y decisiones supuestamente erráticas o ilógicas, pero tienen un objetivo simple y claro: No poder ser descifrado por sus adversarios.

El contra es muy peligroso. Porque miembros de su propio gobierno, al considerar que realmente el mandatario está actuando erráticamente o fuera de sí, podrían defenestrarlo o quitarlo del cargo, antes que haga más daño (los demócratas y republicanos no dudarían en quitarlo del cargo en un escenario como ese, con tal de mantener el Statu Quo). Otro contra, es que esa actitud desquiciada, puede provocar en el adversario, una medida también extrema, al percibir el adversario una situación de “contra la espada y la pared” producto de “la locura” del mandatario norteamericano, una tercera guerra mundial, por ejemplo.

LA TEORÍA DEL CAOS EN POLÍTICA.

¿Recuerdan la frase “Río revuelto, ganancia de pescadores”?. El caos en política y la estrategia de “EL LOCO A CARGO” o “LA TEORÍA DEL LOCO” están directamente vinculados, porque con ambos se percibe un “desorden” un “caos” difícilmente descifrable a simple vista, pero veamos el siguiente cuadro -que también se puede aplicar para proyecciones matemáticas-, para entender mejor el concepto del caos político:

SISTEMA POLÍTICO EN ORDEN.SISTEMA POLÍTICO EN CAOS.
Es posible predecir el comportamiento de cualquier estado futuro del sistema a través de una ecuación simple causa-efecto.No hay proporcionalidad en la relación causa-efecto. El futuro es incierto y el sistema reacciona de manera impredecible, la evolución del sistema no ocurre de manera continua y paulatina.
El caos es sinónimo de desorden y puede evitarse controlando el sistema todo lo que sea posible.Hay una relación estrecha entre el caos y el orden, tanto que uno conduce al otro siguiendo un proceso dinámico. No se trata de evitar el caos, se trata de usarlo para auto organizar el sistema a través de un “atractor”.
El sistema no cambia de manera repentina, si lo hace se debe a algún error que no ha sido bien controlado.Una pequeña perturbación puede causar repentinamente cambios explosivos dentro del sistema.

Recordemos que para el Intento de Golpe de Estado de 2018, que sufrimos en Nicaragua, el actual presidente de EEUU, estaba en su primer mandato. EEUU ya no invade formalmente un territorio, lo desestabiliza con Golpes Suaves, al mejor estilo del manual de Gene Sharp (basta con revisar rápidamente el estado actual de Estado Fallido en Libia y de Siria). Así como el caos sirve para desestabilizar a un gobierno de un país adverso a los intereses norteamericanos, sirve para los intereses de la Casa Blanca, presentar a un mandatario “inestable” o “impredecible” para que los oponentes o los adversarios, no sepan lo que trama o planea a futuro o cuáles son sus objetivos o metas geopolíticas.

Al igual que Trump, Nixon no era “un loco”, ambos vendieron esa imagen, para que sus oponentes y adversarios geopolíticos, no puedan interpretarlos. Pero Trump está ejecutando un papel en una obra de teatro, muy bien organizada, planeada y ejecutada, que tiene muy claros sus objetivos a alcanzar: Mantener la hegemonía del imperialismo norteamericano a nivel mundial. Recordemos esta frase del autor de “El Príncipe”, Nicolás Maquiavelo:

Y por último, otra razón por la que Trump y Nixon, hicieron uso de la estrategia de “El Loco a Cargo” o de “La Teoría del Loco”, es distraer a la opinión pública mundial y norteamericana con este “comportamiento extraño” y como cualquier mago, ilusionista o prestidigitador nos muestran el conejo saliendo del sombrero, para que no veamos la corrupción, la falta de institucionalidad, la violación de los derechos humanos tanto de migrantes como de ciudadanos, la explotación, el racismo, la intolerancia, la hipocresía, la discriminación, la exclusión, el imperialismo, y el guerrerismo del gobierno, dentro de EEUU, el supuesto mejor país del mundo.

Amiga y amigo lector, no se equivoque, Donald Trump, es muchas cosas, pero no es el loco, ni el errático, que dicen, es un hábil político, una bestia política muy astuta, que a pesar de que el bipartidismo Demócrata-Republicano, hizo de todo para impedir su reelección, está de nuevo a cargo de la Casa Blanca. Así de enfocado y eficiente es, en sus pretensiones políticas, ese no es el actuar de un “loco”.