Una reciente ola de calor en Europa ha tenido consecuencias devastadoras, más de 2.300 muertes prematuras se registraron entre el 23 de junio y el 2 de julio de 20252.
Lo más alarmante es que el 65% de estas muertes se atribuyen directamente al cambio climático causado por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles.
Más del 80% de las víctimas eran personas mayores de 65 años, lo que subraya la vulnerabilidad de esta población ante temperaturas extremas. Además, el fenómeno fue agravado por noches tropicales, cuando las temperaturas no bajan lo suficiente para permitir que el cuerpo se recupere, lo que aumentó el riesgo de descompensaciones y golpes de calor.
Europa, con una población envejecida y altamente urbanizada, se encuentra en una posición especialmente vulnerable frente a estos eventos extremos
Las ciudades más afectadas incluyen:
- Milán: 317 muertes atribuibles al cambio climático
- Barcelona: 286 muertes
- París: 235 muertes
- Londres: 171 muertes
- Madrid: 108 muertes
Según los científicos, el calentamiento global ha triplicado el número de muertes por calor en comparación con estimaciones previas.