Escrito por: César Mairena
Estamos en un presente, donde todo está avanzando a pasos agigantados y vertiginosamente, donde hasta la guerra ha cambiado de forma y se manifiesta de otra manera, a la que estábamos apesadumbradamente acostumbrados, en conflictos bélicos anteriores.
Pocas frases en la historia de la humanidad han sido tan certeras y nos han llamado a la precaución para evitar el último conflicto, porque sería tan poderoso, tan devastador, que el mundo como lo conocemos, terminaría. Y esas palabras vienen del físico judío alemán, padre de la teoría de la relatividad, Albert Einstein:

Einstein, como físico, como científico, estaba en contra del desarrollo de la bomba atómica, pues por su profesión sabía las nefastas consecuencias de desarrollar un tipo de arma que usara ese poderío, por tal razón rechazó la invitación de Robert Oppenheimer, de participar directamente en el laboratorio ubicado en “Los Álamos”, del proyecto Manhattan, con el que se desarrolló la bomba atómica norteamericana y que posteriormente se lanzó en las ciudades japonesas de Hiroshima (el 6 de agosto de 1945) y Nagasaki (9 de agosto de 1945) respectivamente. Ambos bombardeos, fueron crímenes lesa humanidad, de parte de EEUU, que se recuerdan aún con horror y dolor.
EEUU, no tenía necesidad de lanzar ambas bombas en contra de poblaciones civiles niponas, perfectamente podía notificar a los japoneses que monitorearan cualquiera de los miles de islotes deshabitados alrededor de Japón, y lanzar ahí la bomba, para conquistar de una vez por todas, la ansiada paz, una vez que las autoridades del imperio del sol naciente, constataran la destrucción devastadora generada por tal artefacto.

Esta bomba, era de 57 megatones, alrededor de 1,500 veces la potencia combinada de las bombas atómicas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki en la segunda guerra mundial.

El 30 de octubre de 1961, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), probó el artefacto, en la remota cadena de islas del océano ártico, Nueva Zembla, la lanzó desde el bombardero soviético Tu-95 especialmente modificado (la bomba era tan grande que no cabía en el depósito de bombas de la aeronave).
La bomba fue lanzada, con un paracaídas para frenar su descenso y dar tiempo al bombardero, a su tripulación y a los aviones de observación, para escapar.
Cuando la bomba gigante finalmente detonó a unos 13.000 pies (4 kilómetros) sobre su objetivo, la explosión fue tan poderosa que destruyó todo en un radio de casi 22 millas (35 kilómetros) y generó una nube en forma de hongo que se elevó casi 200,000 pies (60 kilómetros).
La onda expansiva de la bomba fue realmente fuerte, circunnavegó la tierra, tres veces.

La bomba era demasiado grande y poderosa, no había garantías de que el mismo territorio de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), fuera afectado por la detonación de este artefacto, por tal razón, fue descartada del arsenal atómico.

Este misil, tiene la capacidad de volar a Match 10 o 6,000 km/h y alcanzar objetivos hasta a 2,000 km de distancia. Tienen 8 metros de largo y se caracterizan por su alta maniobrabilidad, capaces de cambiar de dirección en pleno vuelo.
Puede llevar ojivas nucleares y convencionales. Se puede lanzar desde aviones Mig 31K y el bombardero Tu-22M3.

Fue utilizado por Rusia por primera vez, el 21-11-2024, en contra de la ciudad ucraniana de Dniéper, como represalia dentro del conflicto, porque Ucrania lanzó misiles ATACMS norteamericanos, que pueden alcanzar objetivos a una distancia de 300 kilómetros, en contra de Rusia.
Putin, al informar al público ruso sobre el nuevo misil, aseguró que misil estaba equipado con una “carga hipersónica no nuclear” y que sus ojivas “atacaban objetivos a una velocidad de Mach 10, ósea de 2,5 a 3 km/s”. Es decir, este misil, es la mejor arma actual, del arsenal de misiles hipersónicos de Rusia. ¿Se imagina el nivel de destrucción que un cuerpo sólido puede lograr al ser lanzado a una velocidad mayor que la del sonido?. Es física pura y llana. La velocidad del sonido es de 343 metros por segundo a 20 Cº. Hagan ustedes, amigos lectores, los cálculos.
Tanto los misiles balísticos transcontinentales con ojivas nucleares, como los hipersónicos, alcanzan velocidades Mach 10, la diferencia es que los misiles balísticos no pueden modificar su curso y dirección, lo que los hace fácilmente interceptables, mientras que los hipersónicos sí.
Hago referencia a estos dos misiles hipersónicos, en el presente artículo, porque la propaganda occidental anti rusa, en varias ocasiones ha acusado al presidente Putin, de planear usar en dicho conflicto, bombas atómicas en contra de Ucrania. La física, la tecnología, el humanismo y el respeto por el pueblo eslavo (del que son originarios, tanto los ucranianos, como los rusos) del líder ruso, Vladimir Putin, han impedido, hacer uso del arsenal nuclear de parte de Rusia, para perjudicar a Ucrania. Otro elemento que ha impedido el uso de bombas nucleares, es la radioactividad remanente después de un bombardeo nuclear.
Al darse un bombardeo nuclear o atómico, no solo el territorio donde cae el explosivo es afectado, la radioactividad producto del bombardeo, se eleva desde la tierra al aire, como lluvia sucia o lluvia radio activa, transportada en una nube radiactiva, a la atmósfera -el desastre de Chernóbil que sucedió el 26 de abril de 1986 (cuando Ucrania era parte de la URSS) lo comprobó- la nube radioactiva que originó la explosión del reactor número cuatro de la planta, no solo se desplazó sobre Rusia, Bielorrusia y Ucrania, también afectó la parte europea de Turquía, Grecia, Moldavia, Rumania, Bulgaria, Lituania, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Austria, Hungría, Checoslovaquia, Yugoslavia, Polonia, Estonia, Suiza, Alemania, Italia, Irlanda, España, Francia, Canadá y Reino Unido.
Recordemos, amigas y amigos lectores, que el único país del mundo que ha bombardeado a otro país con arsenal nuclear es EEUU, Rusia sabe perfectamente las consecuencias del uso de una bomba atómica y no se lo toma a la ligera.

Fue ejecutada, por Israel, el 13 de junio del presente año, bombardeando explosivos convencionales, con cazas de combate norteamericanos F22 Raptor y F35 Lightning, a Irán de manera “preventiva” (al igual que EEUU le declaró la guerra a Sadam Hussein, acusando al gobierno de Irak de tener “armas de destrucción masiva” que nunca se encontraron) atacando instalaciones nucleares y objetivos militares iraníes. Entre las bajas se contabilizaron varios altos mandos militares iraníes, incluyendo al líder de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Salami.
La excusa para esta nueva “operación preventiva” fue anular la capacidad de Irán, para desarrollar una supuesta bomba atómica, a pesar de que Irán ha sido objeto de múltiples inspecciones de varios especialistas internacionales, y de funcionarios de la ONU, comprobando su proyecto de energía atómica para fines pacíficos (en el que recibe colaboración y apoyo de especialistas y científicos rusos) y coacciones y presiones diplomáticas y de otras índoles, de parte de EEUU, para que renuncie a dicho proyecto.

Operación “Promesa Verdadera III”. La respuesta iraní que desarmó el “domo de hierro” israelí.
Fue ejecutada el 14 de junio del presente año, los iraníes lanzaron cientos de drones y misiles balísticos contra objetivos militares en Tel Aviv y Haifa, Israel, como represalia de la operación “León Naciente”.
Los objetivos alcanzados por misiles hipersónicos iraníes, que lograron penetrar las defensas antiaéreas israelíes, fueron entre otros, el Centro Financiero de Tel Aviv, el Ministerio de Economía, el Aeropuerto Ben Gurión, diversas zonas de Haifa y una plataforma de gas natural, frente a la costa de Gaza.
Esta represalia, dejó en evidencia que el legendario y otrora inexpugnable “Domo de Hierro” israelí, no es infalible. En esta operación se vio que los misiles hipersónicos iraníes no solamente cambiaban de dirección y de rumbo, eran resistentes a contactos directos del sistema antiaéreo israelí y que incluso, la ojiva explosiva convencional aceleraba su velocidad, segundos antes de hacer contacto, con el blanco establecido.


VENTAJAS TÁCTICAS DEL MISIL HIPERSÓNICO SOBRE LA OJIVA NUCLEAR.
- Desde la época de los Antiguos Egipcios, Alejandro Magno, la Antigua Roma, la guerra tiene como principal objetivo el conquistar territorio y ese objetivo no ha variado, por tal razón, Israel está cometiendo ese terrible genocidio contra el pueblo palestino, haciendo uso de bombas convencionales, no atómicas. La lógica y la ideología sionista, se quiere apropiar de ese territorio, para que su gente habite en él, una vez exterminados los palestinos. Igual sucede en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Moscú no va tirar una bomba atómica en Ucrania, afectando a la población rusa que habita en Crimea y en otros territorios que fueron ucranianos y actualmente son habitados por población rusa.
- La ojiva nuclear no es tan certera como un misil supersónico, ya que un misil balístico intercontinental puede alcanzar velocidad Mach 10 -como los misiles hipersónicos- pero no puede variar su dirección y su trayectoria, como si puede hacer el misil hipersónico. Un misil balístico atómico, puede ser fácilmente interceptado por un sistema antiaéreo de alerta temprana, auxiliado por satélites, porque se puede prever su trayectoria, pero no la trayectoria y curso de un misil hipersónico.
- Aunque la ojiva nuclear no ha perdido nada su valor, como arma de alto poder disuasivo (un buen ejemplo de ese poder disuasivo vigente lo vemos entre Corea del Norte y Corea del Sur, o entre las potencias atómicas como Francia, Inglaterra, EEUU, Rusia y China) comparativamente, el misil supersónico, lo supera en su bajo coste de fabricación y mantenimiento y su precisión geolocalizada, impactando blancos militares, políticos, estratégicos, económicos, sin tanto daño colateral en la población civil, como el que genera un holocausto nuclear.
- La tecnología de los misiles hipersónicos, es más accesible, más fácilmente transportable y vino para quedarse en un contexto geopolítico complejo, donde los ejércitos requieren más del uso de la tecnología para aumentar su efectividad estratégica.