El inesperado desenlace de la tercera temporada de El juego del calamar ha generado una auténtica tormenta de reacciones en redes sociales.
Tras su estreno el pasado 27 de junio, la serie surcoreana cerró con un giro que ha dejado a la audiencia dividida; la muerte de Seong Gi-hun, el icónico jugador 456, y la sorpresiva victoria de una bebé. La escena final de El juego del calamar, profundamente simbólica y cargada de tensión, presenta a Gi-hun en una última prueba extrema llamada Sky Squid Game. Allí, frente a la posibilidad de matar a una niña para ganar o sacrificarse, el protagonista opta por el camino más humano… aunque trágico.
Lee Jung-jae, quien interpretó a Gi-hun desde la primera temporada, confesó en una entrevista con The Wrap que también se sorprendió al conocer el destino de su personaje. “Debatí mucho con el director sobre si era el mejor final para él”; comentó.
El juego del calamar 3, El director Hwang Dong-hyuk reveló que consideró dejar con vida al personaje, pero decidió tomar un rumbo más oscuro influido por el contexto global actual. En palabras suyas: “Pensé que debía proteger al bebé porque necesitamos heredarles un futuro mejor”.
Las redes sociales estallaron tras la emisión del final, con muchos fans calificándolo de injusto innecesario, especialmente por un detalle clave: Gi-hun no presionó el botón en el suelo, lo que invalidó la muerte de su oponente y selló su destino.
Foto: El juego del calamar 3 /cortesía
Pese a la controversia, el final ha dado mucho que hablar y consolidado a Squid Game como una de las series más provocadoras, emocionalmente complejas y socialmente críticas del catálogo de Netflix.