El ‘asesino de Twitter’, que violó, mató y descuartizó a sus víctimas.
Japón ejecutó este viernes a Takahiro Shiraishi, conocido mundialmente como el «asesino de Twitter«, tras declararlo culpable de uno de los crímenes más impactantes de la última década.
Shiraishi, de 33 años, utilizó las redes sociales para engañar a personas vulnerables, en su mayoría mujeres jóvenes con pensamientos suicidas. Les prometía ayudarlas a morir, pero en realidad las asesinaba brutalmente en su apartamento, ubicado en Zama, cerca de Tokio.
Entre agosto y octubre de 2017, Shiraishi utilizó Twitter, hoy conocida como X, para contactar a sus víctimas. Las jóvenes, de entre 15 y 26 años, acudieron a su apartamento convencidas de que él las ayudaría emocionalmente. Sin embargo, las atacó, las asesinó y luego desmembró sus cuerpos. Escondió los restos en cajas térmicas dentro de su vivienda.
El caso salió a la luz cuando la familia de una de las víctimas denunció su desaparición.
La policía inspeccionó la vivienda de Shiraishi y encontró los restos humanos, lo que generó conmoción nacional e indignación pública, no solo por la brutalidad de los asesinatos, sino por la forma en que el asesino manipuló la vulnerabilidad de sus víctimas a través de internet.
Shiraishi, fue detenido en 2017 y su caso atrajo la atención internacional. En 2020, fue condenado a la pena de muerte, sentencia que aceptó sin apelaciones. Su ejecución por ahorcamiento se llevó a cabo este viernes, siendo la primera en Japón desde el 2022.
Este crimen reactivó el debate sobre la seguridad en las redes sociales y la falta de regulación para evitar que delincuentes se aprovechen de entornos digitales. También generó discusiones sobre la vigencia de la pena de muerte en Japón, una práctica que aún cuenta con amplio respaldo social en casos de asesinatos múltiples o de extrema crueldad.