El reconocido cantante español Alejandro Sanz vuelve a acaparar titulares, no por su música, sino por la polémica desatada tras los señalamientos de Ivet Playà, una joven que afirmó haber sido víctima de abuso de poder por parte del artista. Primero como fan y más tarde como asistente, Playà relató un supuesto vínculo íntimo y manipulador con el cantante. Después de responder a las acusaciones iniciales, Sanz utilizó su cuenta en X (antes Twitter) para compartir un mensaje con el que expresa su deseo de superar la controversia.
«Buenas noches familia. ¿Podemos seguir a lo nuestro? Os quiero. Gracias por confiar en mí»; escribió. En otro mensaje, el intérprete de Y solo se me ocurre amarte añadió: «Gracias a tod@s los que me habéis apoyado estos días. Porque la valentía y la amistad se demuestran cuando es más fácil callar que manifestarse. Gracias desde el fondo de mi corazón. Eso no lo olvidaré jamás. Os amo».
Por su parte, Ivet Playà expuso su versión en el programa ¡De viernes!, donde aseguró haber sido manipulada emocionalmente por Sanz desde los 18 años. Alegó que, a los 22, se trasladó a Madrid para trabajar con su equipo, momento en que la relación cambió de naturaleza. Según la joven, el cantante le ofreció un millón de euros como disculpa, promesa que no se concretó. La tensión aumentó cuando Playà afirmó que no era la única con experiencias similares. Ante estas acusaciones, los conductores del programa cortaron abruptamente la entrevista, alegando que no era el espacio adecuado para ese tipo de denuncias.
La controversia sigue abierta, mientras el público y los medios se dividen entre el apoyo al artista y la credibilidad de la denunciante.