El Servicio de Meteorológico Nacional (SMN), informó que después de tocar territorio mexicano como huracán de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5), el fenómeno conocido como Erick permanecía en la madrugada de este viernes como baja presión remanente, manteniéndose en tierra en el estado de Guerrero, en el sur del país, frente al océano Pacífico.
A pesar de que este evento hidrometeorológico ha perdido fuerza, el pronóstico sugiere que persistirán las probabilidades de lluvias intensas y puntuales, así como torrenciales en los estados de Puebla (sur), Veracruz (sur), Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Estas precipitaciones estarán acompañadas de vientos fuertes y un oleaje elevado en la zona costera.
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Las acumulaciones de agua oscilarán entre 150 y 250 milímetros. Estas precipitaciones «podrían estar acompañadas de descargas eléctricas, además de provocar un aumento en los niveles de ríos y arroyos, deslizamientos, encharcamientos e inundaciones en las áreas bajas de los estados mencionados», alertaron el SMN y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Hasta el momento, las autoridades no han reportado víctimas en las áreas afectadas por Erick. Sin embargo, se han registrado daños en algunas carreteras, inundaciones, deslizamientos de tierra y derrumbes menores. Debido a la inestabilidad climática, se continúa instando a la población a adoptar medidas de seguridad extremas.
Adicionalmente, el SMN levantó las alertas en los territorios previamente advertidos sobre los posibles daños que podría causar el fenómeno, especialmente después de que este colisionara con un sistema montañoso que ayudó a disiparlo.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, se prevé que Erick se disipe este viernes, presentando vientos de 40 a 50 kilómetros por hora con ráfagas de hasta 60 a 80 kilómetros por hora y un oleaje que alcanzará alturas de entre 1.5 y 2.5 metros en las costas de Guerrero, disminuyendo gradualmente a lo largo de la noche.