Los recientes acontecimientos han encendido las alertas diplomáticas. Organismos multilaterales y líderes globales coinciden en que el actual nivel de provocación podría desembocar en un conflicto bélico de consecuencias devastadoras, no solo para Medio Oriente, sino también para la paz mundial.
Donald Trump lanzó nuevas amenazas contra Irán en plena crisis militar en Oriente Medio. Afirmó que EE.UU. tiene en la mira al líder supremo iraní y dijo que “la paciencia se agota”. Rusia, China y varios países latinoamericanos advierten del peligro de una catástrofe mundial.
En una declaración que encendió las alarmas internacionales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que su gobierno conoce la ubicación exacta del líder supremo de Irán, Alí Jameneí, a quien calificó como “un blanco fácil”. La advertencia fue publicada en su cuenta oficial en la red Truth Social, donde también exigió a Teherán una “¡rendición incondicional!”.
«Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’. Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos que se disparen misiles contra civiles ni soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando. ¡Gracias por su atención!», escribió el mandatario.
Posteriormente, en otro mensaje, reafirmó: “¡Rendición incondicional!”.
Estas afirmaciones llegan en un contexto de máxima tensión regional, tras el ataque no provocado de Israel contra Irán en la madrugada del 13 de junio. Desde entonces, ambos países han mantenido un intercambio de bombardeos que amenaza con desatar una guerra de gran escala. La situación se ha agravado por el respaldo militar abierto de Estados Unidos a las acciones israelíes.
Trump también aseguró que los cielos de Irán están bajo “control total y absoluto”, en alusión al despliegue conjunto de capacidades aéreas estadounidenses e israelíes. Desestimó los sistemas defensivos iraníes y afirmó que “nadie lo hace mejor que los viejos y buenos Estados Unidos”, en referencia al armamento de fabricación estadounidense.
La respuesta internacional no se hizo esperar. Rusia y China condenaron enérgicamente el ataque inicial de Israel y manifestaron su preocupación por las recientes declaraciones de Washington. El presidente ruso, Vladímir Putin, conversó directamente con Trump y expresó su alarma ante el peligro de una escalada militar que —advirtió— “tendría consecuencias imprevisibles para toda la situación en la región de Oriente Medio”.
En el mismo sentido, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, declaró que “las acciones de Israel empujan a la región hacia una catástrofe nuclear a gran escala”.
Desde América Latina, también se ha levantado una voz firme de condena. Gobiernos como los de Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua rechazaron la agresión israelí y alertaron sobre el riesgo que representa una guerra en Oriente Medio para la estabilidad mundial y regional. Igualmente, países del mundo islámico como Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Pakistán han expresado su repudio.