Millones de surcoreanos han acudido a las urnas el martes para elegir un nuevo presidente en una elección anticipada provocada por la destitución de Yoon Suk-yeol, que ahora enfrenta un juicio con cargos de rebelión por su breve imposición de la ley marcial en diciembre pasado.
«Las elecciones tienen lugar exactamente seis meses después de que Yoon declarara la ley marcial en un anuncio sorpresa que evocó oscuros recuerdos de regímenes militares pasados y sumió a la nación en la peor crisis económica y política en décadas», explicó la agencia Yonhap.
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Del total de 44,39 millones de votantes elegibles en todo el país, unos 31,73 millones, o el 71,5 %, habían emitido sus votos hasta las 16:00 (hora local), 10 horas después de que comenzara la votación, según la Comisión Electoral Nacional (NEC). La participación fue la más alta registrada a esa hora del día en cualquier elección presidencial, subraya Yonhap. Al cierre de los colegios electorales, la participación fue del 79,4 %.
Dado que los comicios para reemplazar a Yoon se celebran anticipadamente, el nuevo presidente asumirá el cargo de inmediato sin un período de transición. La ceremonia de investidura probablemente tendrá lugar horas después en la Asamblea Nacional, aunque los detalles se confirmarán una vez que se determine quién será el presidente electo.,

Entre los cinco candidatos, Lee Jae-myung, del Partido Demócrata, es considerado el favorito. El segundo candidato más popular es Kim Moon-soo, del Partido del Poder Popular, y el tercero es Lee Joon-seok, del Partido Reformista. Las encuestas de la semana pasada mostraban que Lee Jae-myung mantenía una ventaja de un 10 % sobre Kim, aunque la diferencia se había reducido con respecto a la anterior. El apoyo para el favorito rondaba por el 40 %, seguido de algo más del 30 % para Kim y alrededor del 10 % para Lee Jun-seok, detalla Yonhap.
Los dos primeros candidatos han hecho del crecimiento económico su principal promesa de campaña, con énfasis en el fomento de la industria de la inteligencia artificial. Además, coinciden en la necesidad de revisar la Constitución para sustituir el actual mandato presidencial único de cinco años por un sistema de cuatro años y dos mandatos.
Lee Jae-myung declaró anteriormente que, si es elegido, construirá relaciones con Rusia basadas en los intereses nacionales de su país y mantendrá relaciones con China. Durante un reciente debate, Lee tachó la política del Gobierno del expresidente Yoon Suk-yeol de «fracaso», subrayando que en primer lugar debe estar la llamada «diplomacia pragmática».
«Cuando se presenta una situación, debemos tomar decisiones flexibles conforme a ella, y el criterio para esa decisión debe ser el interés nacional de la República de Corea. Las relaciones diplomáticas están sujetas a cambios rápidos, por lo que varían según la situación», razonó.
En este contexto, afirmó que Seúl no puede «apostar todo» a los vínculos con Tokio y Washington. «Nuestras relaciones con China y Rusia también son importantes, por lo que debemos gestionarlas bien. […] No hay necesidad de excluir por completo ni de establecer relaciones hostiles con China y Rusia. La diplomacia siempre debe centrarse en los intereses nacionales», agregó, subrayando que, como la diplomacia es «un tema delicado», uno debe abordarlo «de forma fluida, práctica y realista».
En la misma línea, indicó que tiene planes para mejorar las relaciones con Pionyang con el fin de aliviar las tensiones y crear un ambiente de paz en la península.
Además, el político ha pedido la celebración de un referéndum sobre las enmiendas a la Constitución y su aplicación a partir de 2030.
Por su parte, en su campaña Kim ha hecho hincapié en fortalecer la disuasión contra las supuestas amenazas nucleares de la República Popular Democrática de Corea.
Asimismo, Kim se ha comprometido a acortar su propio mandato a tres años para equipararlo con el de los miembros de la Asamblea Nacional a partir de 2028.