Finn Wolfhard cierra un capítulo fundamental en su vida: Stranger Things, la serie de Netflix que lo lanzó a la fama a los 12 años, llega a su fin. Hoy, con 22, el actor canadiense mira hacia el futuro con una mezcla de nostalgia y entusiasmo. En una entrevista con Cosmopolitan, Wolfhard compartió sus emociones sobre el cierre de la serie, su lucha con la salud mental y sus próximos pasos en el cine y la música.
“El último día de rodaje fue como una ruptura”, confesó. Tras casi una década junto a sus compañeros de elenco, Finn vivió el final como la despedida de una familia. La conexión entre ellos fue tan profunda que incluso organizaron un viaje juntos luego del rodaje, una forma simbólica de cerrar el ciclo. Más allá de la pantalla, el actor se ha diversificado. Su debut como director, Hell of a Summer, ya se estrenó, y protagoniza The Legend of Ochi, de A24. En el ámbito musical, lanzará su primer álbum solista, Happy Birthday, el 6 de junio, un trabajo íntimo de indie rock que refleja su crecimiento artístico.
Wolfhard también habló abiertamente sobre la ansiedad y el impacto de crecer bajo los reflectores. Criticó la falta de apoyo terapéutico en la industria y destacó la importancia de cuidar la salud mental, especialmente en los actores jóvenes. Cierra una etapa, Finn no reniega del pasado. “Siempre seré el chico de Stranger Things, y está bien”, aseguró. Su próximo objetivo: construir una vida auténtica, estable y creativa, lejos del ruido mediático, pero cerca de lo que ama.