La Franja de Gaza enfrenta una de las peores catástrofes humanitarias del siglo XXI.
Según los últimos informes del Ministerio de Salud palestino, los bombardeos y ataques israelíes desde el 7 de octubre de 2023 han dejado al menos 52.495 muertos, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, además de 118.366 heridos, muchos con lesiones permanentes.
Los datos, publicados en un contexto de creciente presión internacional; reflejan el costo humano de una ofensiva militar que ha devastado zonas enteras del enclave palestino. De acuerdo con las autoridades gazatíes, más de 2.180 familias palestinas han sido completamente aniquiladas, y unas 5.070 han quedado con solo un miembro sobreviviente, lo que representa una pérdida generacional y comunitaria irreparable.
Entre las víctimas se cuentan más de 18.000 menores y mujeres, así como más de 1.400 trabajadores sanitarios, 113 rescatistas de Defensa Civil, 750 empleados humanitarios y al menos 212 periodistas.
Los ataques han afectado directamente a hospitales, ambulancias, escuelas y centros de refugio, lo que ha llevado a diversas organizaciones a denunciar posibles crímenes de guerra y actos de genocidio.