En un hecho histórico para la transición energética global, la Administración Nacional de Energía de China informó que, al cierre de marzo, la capacidad instalada de energía eólica y solar del país alcanzó los 1,482 millones de kilovatios, superando por primera vez a la de generación térmica.
Este avance subraya la rápida transformación del gigante asiático hacia fuentes limpias y sostenibles. La noticia llega tras una serie de hitos recientes: a finales de 2023, la capacidad instalada de generación de energía no fósil ya había superado a la térmica, y hacia finales de 2024, la capacidad total de energías renovables —incluidas la solar, eólica y biomasa— rebasó por primera vez a las instalaciones eléctricas de carbón.

China, actualmente el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060. Este nuevo récord evidencia los avances concretos del país en su ambicioso plan de descarbonización y reafirma su posición como líder mundial en energías limpias.
El crecimiento sostenido en la instalación de tecnologías renovables refleja no solo una estrategia energética a largo plazo, sino también una respuesta a la necesidad urgente de enfrentar el cambio climático y asegurar una matriz energética diversificada y sostenible.