El Día Mundial del Medio Ambiente se conmemora todos los años en más de 100 países.
Cada 22 de abril de cada año, conmemoramos el Día de la Tierra, oficialmente Día Internacional de la Madre Tierra, es un día celebrado en muchos países. Es un día para rendir homenaje y reconocer a la Tierra como nuestro hogar, así como lo han expresado distintas culturas a lo largo de la historia, demostrando la interdependencia entre sus muchos ecosistemas y los seres vivos que la habitamos.
Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, proclamó este día para crear una conciencia común a los problemas de la sobrepoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad, el calentamiento global y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.
Nelson, escogió la fecha de tal manera que se maximizara la participación en las universidades, ya que lo consideraba un encuentro entre maestros y alumnos. Determinó que la semana del 19 al 26 de abril era la mejor apuesta, ya que esta no coincidía con los exámenes o las vacaciones de primavera. Más aún, esta fecha no tenía ningún conflicto con celebraciones religiosas como la Pascua o el Pésaj y era suficientemente tarde en la primavera (del hemisferio norte) como para tener un clima decente.

La conmemoración destaca la necesidad de adoptar prácticas que respeten los límites naturales del planeta y de reconocer los derechos inherentes de la Tierra y sus ecosistemas. En diversas partes del mundo, se organizan actividades educativas, campañas de reforestación y eventos comunitarios que promueven la protección del medio ambiente.
La celebración del Día Internacional de la Madre Tierra busca fomentar una conciencia global sobre los desafíos ambientales que enfrenta el planeta, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. La jornada enfatiza la importancia de adoptar un enfoque holístico que reconozca la interdependencia entre los seres humanos y los ecosistemas naturales.
Es motivo de inspiración para actividades políticas y comunitarias conducidas a renovar su compromiso con la protección del medio ambiente. Las actividades tienen como finalidad sensibilizar las situaciones ambientales, propiciando que los individuos sean elementos activos de un desarrollo sostenible, sustentable y equitativo con la finalidad de que la humanidad asegure un futuro más próspero, valiéndose para ello de actividades muy diversas que van desde desfiles callejeros, paseos en bicicleta, conciertos ecológicos, plantación de árboles, campañas de reciclado y limpieza, pasando por seminarios, mesas redondas, llegando hasta la firma o ratificación de convenios internacionales.