Pactan prohibición de ataques a instalaciones energéticas y medidas para reactivar la Iniciativa del Mar Negro
La Casa Blanca revela detalles de las históricas negociaciones sostenidas en Riad, entre representantes de Rusia y Estados Unidos, donde tras 12 horas de diálogo se alcanzaron acuerdos significativos sobre seguridad energética y comercio marítimo.
Los representantes de ambas naciones acordaron desarrollar medidas para implementar la prohibición de ataques a instalaciones energéticas tanto en Rusia como en Ucrania, estableciendo un periodo inicial de 30 días a partir del 18 de marzo de 2025, con posibilidad de prórroga.
Entre los acuerdos más relevantes destacan:
Garantías para la navegación segura en el Mar Negro
Compromiso de evitar el uso militar de buques comerciales
Apoyo estadounidense para reintegrar productos agrícolas y fertilizantes rusos al mercado mundial
Reducción en costos de seguros marítimos
Ampliación del acceso a puertos y sistemas de pago
La reunión contó con la participación de Grigory Karasin, jefe del Comité Internacional del Consejo de la Federación, y Sergei Beseda, asesor del director del FSB, por parte de Rusia. Las negociaciones se extendieron por más de 12 horas en la capital saudí.
Estos acuerdos buscan revitalizar la Iniciativa del Mar Negro, originalmente firmada el 22 de julio de 2022 entre Rusia, Turquía, Ucrania y la ONU, que fue suspendida por Moscú en julio de 2023 debido a incumplimientos en su implementación.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, enfatizó que «el mercado de granos y fertilizantes debe ser predecible», destacando la preocupación de Rusia por la seguridad alimentaria en África.
Según el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, la implementación de estos acuerdos está condicionada al:
Levantamiento de sanciones contra productores rusos
Eliminación de restricciones a aseguradoras
Reconexión del Rosselkhozbank al sistema SWIFT
Levantamiento de restricciones portuarias
Ambas naciones expresaron su compromiso de continuar trabajando hacia una paz duradera, aunque Moscú mantiene reservas sobre la confiabilidad del gobierno ucraniano en estos acuerdos.