El Diario Nica

La Producción de Sandía en Nandaime Crece

La producción de sandía en el municipio de Nandaime ha experimentado un notable auge, impulsada por los avances tecnológicos y el arduo trabajo de pequeños productores que han luchado por años en el mundo de la agricultura. Este cultivo, muy apreciado durante el período de verano, se ha convertido en una fuente importante de ingresos para muchas familias nicaragüenses, especialmente en la comunidad de El Manchón.

En esta comunidad, encontramos a la familia Chévez, cuyos miembros han cultivado sandías por más de 30 años. Junto a su padre, ya fallecido, los hermanos Chévez comenzaron este emprendimiento agrícola, que con el paso del tiempo ha evolucionado gracias a la incorporación de nuevas técnicas y tecnología en el cultivo. “El trabajo de campo ha sido muy duro, pero siempre hemos estado comprometidos con la calidad de nuestra fruta. Hoy, la tecnología nos ha permitido mejorar los rendimientos y la calidad de las sandías que producimos”, explicó uno de los hermanos Chévez.

La sandía, conocida por su sabor refrescante, se ha convertido en una de las frutas tropicales más demandadas durante la temporada de calor. Además de su delicioso sabor, la sandía es muy apreciada por sus beneficios para la salud. Esta fruta contiene citrulina, un aminoácido que se ha demostrado ayuda a mejorar la circulación sanguínea y tiene efectos similares a los de la viagra natural. Debido a estos beneficios, su consumo ha crecido no solo por su frescura, sino también por sus propiedades afrodisíacas.

El auge de la producción de sandía en Nandaime no solo beneficia a las familias productoras, sino que también ha generado empleo en la región. Los cultivos de sandía de la comunidad El Manchón abastecen no solo los mercados locales, sino también otras zonas del país, siendo un importante motor económico para esta área rural.

Gracias al esfuerzo de los productores como la familia Chévez, el municipio de Nandaime se ha consolidado como uno de los principales focos de producción de sandía en Nicaragua, demostrando que la combinación de tradición, esfuerzo y tecnología puede generar frutos, literalmente, en todos los sentidos.