El cultivo de maní en Nicaragua se ha consolidado como una de las principales actividades agropecuarias del país, especialmente en los departamentos de León y Chinandega, donde las condiciones climáticas y los suelos fértiles permiten el óptimo desarrollo de esta planta. Estos dos departamentos destacan por su producción, que no solo abastece la demanda interna, sino que también se destina a la industria nacional y la exportación, posicionando al país como un jugador importante en el mercado internacional.
De acuerdo con el monitoreo realizado por el Ministerio Agropecuario (MAG), la producción nacional de maní para el ciclo 2024/2025 alcanzará los 4.3 millones de quintales, lo que refleja el crecimiento constante y la relevancia de este cultivo dentro del sector agrícola nicaragüense. Este resultado es un indicativo de la eficiencia de los productores y la capacidad del país para seguir desarrollando el maní como un producto clave para la economía.

León y Chinandega, debido a sus características geográficas y climáticas, se han convertido en las principales zonas productoras de maní. Las temperaturas cálidas y la temporada de lluvias favorecen el crecimiento de la planta, que requiere condiciones específicas para su desarrollo. Los agricultores en estas regiones han adoptado técnicas modernas de cultivo que han permitido incrementar la productividad y mejorar la calidad del maní, destacándose por su alto rendimiento y su valor como materia prima en diversas industrias.
El maní, conocido por su alto contenido de proteína y aceites, se utiliza en una variedad de productos que van desde la elaboración de mantequilla de maní, galletas, hasta snacks y productos alimenticios procesados. Además, su aceite se usa en la industria cosmética y farmacéutica. A nivel internacional, Nicaragua exporta maní principalmente a países de América Central y del Norte, donde la demanda de este producto sigue en aumento.
La producción de maní no solo beneficia a los productores de León y Chinandega, sino que también impulsa la economía nacional, generando empleos directos e indirectos en las zonas productoras. Asimismo, el maní se ha convertido en una fuente importante de divisas a través de su exportación, contribuyendo al desarrollo de la agricultura y al fortalecimiento del sector agroindustrial del país.

Para el ciclo 2024/2025, el MAG continúa implementando medidas de apoyo y asistencia técnica para los productores, con el fin de optimizar los procesos de cultivo, asegurar una producción sostenible y fomentar el uso de tecnologías más eficientes. Este esfuerzo busca no solo aumentar la cantidad de maní producido, sino también mejorar la calidad del grano, lo que incrementa su competitividad en los mercados internacionales.
En resumen, el cultivo de maní sigue siendo un pilar fundamental para la economía de Nicaragua. Con un pronóstico de 4.3 millones de quintales para el ciclo 2024/2025, este producto continúa demostrando su importancia como fuente de alimento, materia prima industrial y producto de exportación, consolidándose como una de las principales actividades agropecuarias del país.