El Diario Nica

Representantes diplomáticos del BRICS en Brasil

Los jefes negociadores cumplirán la responsabilidad de discutir sus intereses de cara a la Cumbre de Líderes, prevista para el 6 y 7 de julio, en Río de Janeiro.

La primera reunión de los jefes negociadores del grupo BRICS (denominados sherpas) se llevará a cabo entre los días 25 y 26 de febrero en el Palacio de Itamaraty, en Brasilia, bajo la presidencia brasileña. 

Los sherpas son los enviados especiales de los jefes de Estado y de gobierno de los miembros del grupo, y entre otros asisten Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán

Durante la inauguración del encuentro, el canciller brasileño, Mauro Vieira, destacó las agendas históricas del bloque, como la promoción de mecanismos financieros alternativos y la reforma de las instituciones multilaterales de gobernanza global, en aras de incluir las necesidades del Sur Global y enfrentar el proceso de desglobalización: «Resistir esta fragmentación y abogar por un sistema de comercio multilateral abierto, justo y equilibrado«.

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Frente a esta realidad internacional, el canciller aseguró que en un mundo convulsionado por las crisis sistemáticas y tensiones geopolíticas el bloque debe asumir la construcción de un verdadero nuevo orden mundial: «Un mundo multipolar no es sólo una realidad emergente. Es un objetivo compartido», enfatizó el funcionario.

El jefe de la diplomacia brasileña evaluó que los principios del multilateralismo están siendo puestos a prueba por la fragmentación internacional e instituciones como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se dedican a intentar adaptarse a los cambios en la política global.

La expansión del grupo de cinco a once miembros es un avance notorio en sus capacidades para reconfigurar el mundo desde el Sur Global, algunos de los ejes que guiarán las acciones y las decisiones a tomar durante el 2025.

El canciller brasileño, Mauro Vieira, realizó la apertura y citó alguno de los ejes para las acciones durante el 2025:

Guerras: “Una nueva arquitectura de seguridad global, que refleje las realidades contemporáneas y defienda nuestra responsabilidad moral compartida de actuar.”.

Desglobalización: “Resistir esta fragmentación y abogar por un sistema de comercio multilateral abierto, justo y equilibrado, que satisfaga las necesidades del Sur Global y promueva un orden económico verdaderamente multipolar”.

Desigualdades entre naciones: “Continuar impulsando mecanismos financieros alternativos, como el Nuevo Banco de Desarrollo, que desempeña un papel vital en la financiación de proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en las economías emergentes”.

Inteligencia artificial: “No puede ser dictada por un pequeño grupo de actores mientras el resto del mundo se ve obligado a adaptarse a reglas que él no ayudó a establecer. Los BRICS deben defender un enfoque multilateral que garantice que el desarrollo de la IA sea ético, transparente y esté alineado con los intereses colectivos de la humanidad”.

Desdolarización: “A pesar de nuestra importante contribución a la economía global, el comercio entre los países BRICS aún está muy por debajo de su potencial. Nuestra presidencia se centrará en formas de aumentar los flujos comerciales, explorando medidas de facilitación del comercio y fomentando instrumentos de pago en monedas locales”.

Cambio climático (responsabilidades): “A pesar de contribuir poco a las emisiones históricas de gases de efecto invernadero, el Sur Global sufre más las consecuencias (…) Abordar esta crisis requiere no sólo ambición, sino también justicia. La justicia climática debe estar en el centro de los debates internacionales, garantizando que las naciones en desarrollo tengan la autonomía y los recursos necesarios para la transición hacia economías bajas en carbono, sin comprometer sus objetivos de desarrollo”.