El drama y la astucia marcaron el inicio de las eliminatorias del Clásico Mundial de Béisbol. Con el pitcheo como protagonista y apenas 10 hits en todo el encuentro, Nicaragua selló una victoria electrizante de 2-1 gracias a un imparable dorado de Ronald Rivera en la décima entrada.
La entrada comenzó con un corredor automático en segunda base, Emanuel Trujillo. Trujillo avanzó a la antesala con un toque de sacrificio de Elián Rayo y, tras una base por bolas intencional a Freddy Zamora, Rivera conectó el hit que dejó en el terreno a Sudáfrica.
Más allá del imparable de la victoria, el momento más memorable del juego fue la exitosa ejecución del truco de la bola escondida por parte de Sudáfrica en el séptimo inning. En ese episodio, Zamora había empatado el juego 1-1 con un sencillo remolcador y luego avanzó a tercera tras un lanzamiento descontrolado y un elevado de sacrificio.
Pero después del elevado de sacrificio, cuando la pelota llegó al antesalista sudafricano Anthony Phillips, éste caminó hacia el lanzador Justin Erasmus y fingió entregarle la bola. Erasmus se dirigió de regreso al montículo mientras Phillips, quien en realidad conservó la pelota, regresó a su posición en la tercera base.
Tan pronto como Zamora se separó de la almohadilla, Phillips corrió y lo tocó para sacarlo. Aunque inicialmente los umpires marcaron un balk, la repetición en video revirtió la decisión y Zamora fue decretado out. La ingeniosa jugada mantuvo el empate hasta el octavo inning.
Ronald Rivera mencionó estar enfocado en tratar de conseguir un contacto con la bola fuera del left field y evitar dar un rolling.
«Estábamos ganando con la de tercera, y creo que es Dios quien da la fuerza para conseguirlo. Yo creo que, en el momento, uno sabe tomar el control porque no es la primera vez que estoy jugando. Supe tomar el control muchas veces; a veces pueden más las ganas y los deseos«.
«La victoria para nosotros fue difícil y complicada. Cualquiera diría que Sudáfrica es un equipo débil, pero es un equipo que vino a competir con buenos lanzadores. Nosotros estuvimos un poco desesperados, pero gracias a Dios logramos la victoria. Movimos fichas, el pitcheo fue excelente, pero vamos a ver qué movimientos hacemos para el juego siguiente ante España«, resaltó Sandor Guido.
Sin embargo, al final, a pesar de haber caído en la inesperada trampa, Nicaragua superó a Sudáfrica y consiguió su primera victoria en el torneo.