En una histórica iniciativa para el sistema penitenciario de Waswali, más de 400 internos, tanto hombres como mujeres, han iniciado su camino hacia la educación superior en el marco de un innovador programa académico que comenzará a ofrecer 11 carreras universitarias durante el 2025. Las universidades UNA (Universidad Nacional Agraria) y UNANCUR (Universidad Nacional Autónoma de la Costa Caribe Nicaragüense) han unido esfuerzos para brindar esta oportunidad a los internos que buscan una mejoría en su vida personal y profesional.
Este programa académico es una de las nuevas experiencias que se implementan dentro del sistema penitenciario de Nicaragua, rompiendo barreras y ofreciendo a los reclusos la posibilidad de acceder a estudios universitarios mientras cumplen sus condenas. La educación superior dentro de las paredes de una prisión representa un avance importante en la rehabilitación social y el fomento de la reinserción de las personas privadas de libertad en la sociedad.
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El subcomisionado Donald Pérez Garay, jefe del penal, expresó su optimismo con respecto a este nuevo reto que se inicia en este 2025. “Son retos que llevamos en este año, y lo que buscamos es la superación de todos y todas. Vamos a desarrollar 11 carreras donde van a estar integrados más de 400 presos y presas”, afirmó el funcionario.
La oportunidad educativa abarca una amplia gama de carreras que van desde la administración de empresas, hasta la ingeniería y ciencias sociales, lo que permitirá a los internos obtener herramientas valiosas para enfrentar el futuro con una perspectiva distinta a la que tenían al ingresar al penal.
El inicio de clases universitarias en el penal de Waswali ha sido recibido con entusiasmo por los internos, quienes ven en esta oportunidad un camino para el crecimiento personal, así como una manera de corregir los errores cometidos en el pasado. La oferta de 11 carreras es el resultado de un esfuerzo conjunto entre las universidades y las autoridades penitenciarias para transformar el sistema de justicia penal en un espacio de rehabilitación, educación y reinserción social.
Los responsables del programa aseguran que la educación universitaria dentro de los muros de una prisión tiene un impacto positivo no solo en los internos, sino también en las comunidades a las que eventualmente regresarán. Según expertos en reinserción social, la educación es una de las herramientas más eficaces para prevenir la reincidencia delictiva, dado que brinda a los reclusos una nueva perspectiva y un sentido de propósito.
Ambas universidades, UNA y UNANCUR, han demostrado su compromiso con la educación inclusiva al extender sus programas académicos a las cárceles. A través de esta iniciativa, se busca que los internos puedan obtener un título universitario que les permita tener una oportunidad laboral en el futuro, contribuyendo así a su desarrollo personal y a la mejora de la sociedad en general.
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Las universidades también están comprometidas en ofrecer el apoyo necesario para que los internos logren superar los obstáculos que puedan encontrar en el camino académico, como la falta de recursos y la adaptación al entorno carcelario.
El subcomisionado Pérez Garay subrayó que este programa académico es solo el inicio de una serie de esfuerzos que se seguirán implementando para mejorar la calidad de vida de los internos en el sistema penitenciario de Waswali. “Estamos seguros de que este proyecto será un cambio positivo para todos los involucrados. A través de la educación, podemos ofrecer una nueva oportunidad a aquellos que buscan rehabilitarse y ser mejores personas”, concluyó.
Con la implementación de este programa universitario, el penal de Waswali no solo está promoviendo la educación, sino también el respeto, la disciplina y la formación integral de los internos, elementos esenciales para una reinserción exitosa en la sociedad.
Este avance en el sistema penitenciario nicaragüense refleja un cambio de enfoque hacia la rehabilitación y la superación personal, demostrando que la educación puede ser una herramienta poderosa para transformar vidas y comunidades. Sin duda, esta es una oportunidad que podría marcar un antes y un después para muchos internos, ofreciéndoles un futuro lleno de posibilidades y esperanza.