El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, anunció este miércoles que el país hebreo abandona el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, siguiendo los pasos de EE.UU., que salió del organismo hace un día.
«Israel celebra la decisión del presidente Trump de no participar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU). Israel se une a EE.UU. y no participará en el CDHNU«, anunció el canciller en su cuenta de X.
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Saar, explicó la decisión, acusando al consejo de proteger a los violadores de los derechos humanos y demonizar a Israel. «El CDHNU ha protegido tradicionalmente a los violadores de los derechos humanos, permitiéndoles esconderse del escrutinio y, en cambio, demoniza obsesivamente a la única democracia de Oriente Medio: Israel. Este organismo se ha centrado en atacar a un país democrático y propagar el antisemitismo, en lugar de promover los derechos humanos», manifestó.
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«Israel no aceptará más esta discriminación», ha remachado el encargado de la diplomacia israelí, que subraya que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha emitido más resoluciones contra su país que contra Irán, Corea del Norte y Venezuela juntos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, emitió este martes una orden ejecutiva, retirando a EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Desde hace tiempo, los partidarios de Trump han acusado al consejo de parcialidad contra Israel. El organismo en repetidas ocasiones ha criticado al Estado hebreo, responsabilizándolo de violaciones de derechos humanos en la Franja de Gaza y en Cisjordania.
La decisión de Israel de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ha generado reacciones internacionales. La Relatora Especial de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, calificó la retirada de «extremadamente seria» y acusó a Israel de no reconocer ninguna responsabilidad por sus acciones. Además, advirtió que la retirada podría aumentar las tensiones en la región y afectar negativamente a los derechos de los palestinos.
Este desarrollo se produce en un contexto de creciente presión internacional sobre Israel, especialmente en relación con las acusaciones de violaciones de derechos humanos en la Franja de Gaza. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, que podrían tener implicaciones significativas para la diplomacia y los derechos humanos en la región.