En un esfuerzo por mitigar los impactos económicos de las fluctuaciones en los precios internacionales de los combustibles, el presidente ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), José Antonio Castañeda, confirmó este martes que los precios de los combustibles y el gas licuado se mantendrán congelados durante el periodo que sea necesario. Esta medida busca evitar efectos negativos en los sectores económicos del país y aliviar el bolsillo de las familias nicaragüenses.
Durante una rueda de prensa, Castañeda destacó que esta decisión responde a la voluntad del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo de proteger a los hogares y los sectores productivos de Nicaragua. El funcionario subrayó que la congelación de los precios no es una medida temporal, sino que se mantendrá a largo plazo, mientras se monitorean las variables internacionales que influyen en los precios de los combustibles y el gas.
«Estamos tomando esta decisión para asegurar que las familias nicaragüenses no vean afectados sus ingresos por aumentos en los precios de los combustibles, lo cual impacta en todos los aspectos de la economía nacional», señaló Castañeda.

Para garantizar que los precios se mantengan congelados y se cumpla con la medida, Castañeda informó que se realizan verificaciones semanales en todas las gasolineras del país. El INE está llevando a cabo un monitoreo constante, revisando tanto el cumplimiento de los precios establecidos como la transparencia en las prácticas comerciales de los distribuidores de combustibles.
«Las verificaciones son una parte fundamental de esta estrategia para asegurar que los precios se mantengan estables. Esto implica un control riguroso en cada estación de servicio para evitar que se realicen ajustes no autorizados», añadió el presidente ejecutivo del INE.
Castañeda subrayó que esta medida de congelamiento de precios no solo tiene un impacto en el ámbito económico, sino también en la calidad de vida de las familias. De acuerdo con el funcionario, el diferencial que las familias habrían gastado en un posible aumento de los combustibles está siendo redirigido hacia otras necesidades prioritarias, como alimentación, salud y educación.
«La decisión de congelar los precios de los combustibles es, en última instancia, una inversión en la vida de las familias nicaragüenses. El dinero que de otro modo se habría destinado a cubrir el costo de los combustibles ahora puede ser utilizado en otros aspectos fundamentales de la vida diaria», destacó Castañeda.
La medida también refleja un compromiso del gobierno para mantener la estabilidad económica en Nicaragua, especialmente en tiempos de incertidumbre económica global. El INE continuará siguiendo de cerca las fluctuaciones internacionales del petróleo y otras variables que puedan afectar los precios de los combustibles. Sin embargo, la política de congelamiento se mantendrá mientras las condiciones lo permitan.
La acción del gobierno nicaragüense se presenta como una respuesta clara a los desafíos económicos, buscando proteger a los sectores productivos, evitar la especulación y dar alivio a las familias, especialmente a aquellas más vulnerables, que dependen del transporte y el gas licuado para sus actividades cotidianas.
Con esta medida, el gobierno de Nicaragua demuestra su capacidad de respuesta ante situaciones económicas adversas, al priorizar el bienestar de los ciudadanos y fortalecer los sectores productivos en un contexto global incierto. La estabilidad en los precios de los combustibles no solo contribuye a un mejor manejo de los ingresos de las familias, sino que también favorece el desarrollo de la economía nacional.