En marzo de 2025 se conmemora un hito importante para Nicaragua, ya que se cumplen tres años consecutivos en los que los precios de los combustibles y derivados del petróleo no han experimentado alteraciones significativas, a pesar de las fluctuaciones al alza que se han registrado a nivel internacional.
La estabilidad en los precios de los combustibles no ha sido un logro fortuito, sino el resultado de una serie de políticas y decisiones estratégicas tomadas por el gobierno para proteger la economía de las familias nicaragüenses.
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En 2022, el país experimentó un periodo de incertidumbre económica debido al aumento desmesurado del precio internacional del petróleo. El impacto de este alza se sintió en los bolsillos de los nicaragüenses, quienes enfrentaban una presión creciente en sus presupuestos domésticos debido al aumento de los precios del combustible, un factor clave que afecta no solo el transporte, sino también el costo de otros bienes y servicios.
«En ese año, cuando nuestro Gobierno decidió orientar a las instituciones correspondientes a tratar de trabajar el precio de los combustibles, había una espiral alcista y un boom del precio del petróleo que afectaba la economía de las familias nicaragüenses. Eso no nos daba tranquilidad (…) y por eso se decidió crear la política de incidir en el precio para mantenerlo estable», expresó José Antonio Castañeda durante el programa.
La estabilización de los precios fue una de las medidas adoptadas para mitigar el impacto de la volatilidad del mercado internacional y asegurar que la economía local no se viera gravemente afectada por factores externos fuera del control nacional.
Tanto Castañeda como Bermúdez explicaron que la creación de esta política implicó un trabajo conjunto entre el INE, el MEM y otras entidades del gobierno, con el fin de ajustar el marco regulatorio y contar con un mecanismo de control que permitiera evitar aumentos abruptos en los precios del combustible, a pesar de los vaivenes internacionales del mercado del petróleo.
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Santiago Bermúdez, por su parte, señaló que una de las claves para mantener los precios estables ha sido el monitoreo constante de las tendencias del mercado global, así como la gestión de recursos y la priorización de fuentes energéticas alternativas que permiten a Nicaragua reducir su dependencia del petróleo.
«Lo que ha hecho nuestro gobierno es implementar una serie de políticas públicas que buscan mitigar el impacto del precio internacional. Y eso ha sido clave para que no veamos alteraciones constantes en los precios de los combustibles», indicó Bermúdez.
Para muchos ciudadanos, la estabilidad en los precios de los combustibles ha sido un alivio en medio de tiempos económicos inciertos. Las familias nicaragüenses, que dependen del transporte para sus actividades diarias, se han visto beneficiadas por el esfuerzo gubernamental para evitar aumentos que puedan generar un efecto dominó en los costos de otros productos y servicios.
El transporte de carga, el transporte público y el sector agrícola son algunos de los sectores que más se benefician de esta política de precios estables. De igual manera, las pequeñas y medianas empresas también se han visto favorecidas, ya que el costo constante del combustible les ha permitido mantener sus precios competitivos sin tener que ajustarlos frecuentemente.
A pesar de los logros alcanzados, los funcionarios también reconocieron que existen desafíos para el futuro. Las fluctuaciones del precio del petróleo en los mercados internacionales siguen siendo una variable difícil de prever, lo que podría generar nuevas presiones sobre los precios internos. Además, Nicaragua sigue trabajando para diversificar su matriz energética, con el objetivo de hacerla más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
«En los próximos años, nuestro reto será seguir trabajando en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, lo que ayudará a disminuir aún más la vulnerabilidad a los cambios en los precios internacionales del petróleo», señaló Castañeda.
Por su parte, Bermúdez indicó que la continua inversión en energías renovables como la solar y eólica es una de las principales estrategias del gobierno para asegurar que el país siga avanzando hacia una mayor independencia energética y, a largo plazo, reduzca la exposición a la volatilidad de los mercados internacionales.
El hecho de que Nicaragua haya logrado mantener los precios de los combustibles estables durante tres años, a pesar de los altibajos del mercado internacional, se considera un logro significativo en términos de política económica. La experiencia de estos tres años demuestra la capacidad de respuesta del gobierno ante situaciones adversas, así como el compromiso con la estabilidad de las finanzas familiares y la economía nacional.
A medida que se acerca marzo de 2025, la población nicaragüense podrá celebrar no solo un periodo de estabilidad en los precios del combustible, sino también el trabajo conjunto de las instituciones para proteger la economía de la nación ante desafíos globales.