El Diario Nica

IPSA Refuerza la Vigilancia Fitosanitaria en el Cultivo de Cebolla

En un esfuerzo por garantizar la calidad y seguridad del cultivo de cebolla tanto para el consumo nacional como para la exportación, el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) ha intensificado su labor de vigilancia fitosanitaria oficial a través de visitas a fincas comerciales. Estas acciones están dirigidas a detectar, monitorear y controlar plagas y enfermedades que puedan afectar la producción, con el objetivo de prevenir pérdidas económicas y asegurar que el producto que llega a los consumidores cumpla con los más altos estándares de calidad.

Los especialistas fitosanitarios del IPSA, altamente capacitados en el manejo y control de plagas, realizan visitas periódicas a las fincas que cultivan cebolla, un producto clave en la dieta nacional y con creciente demanda en mercados internacionales. Esta vigilancia no solo busca prevenir la presencia de enfermedades que puedan comprometer la cosecha, sino también fomentar prácticas agrícolas responsables que beneficien tanto a los productores como a los consumidores.

Según las autoridades del IPSA, las inspecciones están diseñadas para actuar de manera preventiva, lo que permite detectar cualquier posible amenaza fitosanitaria antes de que se convierta en un problema mayor. Las plagas y enfermedades pueden tener un impacto devastador en la producción de cebolla, por lo que es esencial un monitoreo constante para proteger tanto la producción interna como la que se destina al mercado internacional.

«Nuestro compromiso es garantizar que los productores de cebolla estén utilizando las mejores prácticas fitosanitarias, lo que no solo protege sus cultivos, sino que también asegura que el producto final sea de calidad, apto para la exportación y el consumo nacional», explicó un portavoz del IPSA.

El cultivo de cebolla ha demostrado ser un pilar importante para la economía agrícola del país. Durante el año 2024, Nicaragua logró exportar un total de 1.1 mil toneladas de cebolla a mercados clave en la región, específicamente a El Salvador, Costa Rica y Guatemala. Esta cifra resalta el crecimiento de la cebolla nicaragüense en el mercado internacional, que ha venido consolidándose como un producto competitivo.

Actualmente, Nicaragua cuenta con 10 exportadores registrados en el Sistema de Certificación Fitosanitaria (SICEFI-IPSA), lo que permite asegurar que los productos que se envían al extranjero cumplan con todos los requisitos fitosanitarios exigidos por los países importadores. El sistema de certificación tiene como objetivo verificar que la cebolla exportada esté libre de plagas y enfermedades, garantizando así la confianza de los compradores internacionales.

El trabajo del IPSA no solo se limita al control de plagas, sino que también está orientado a fomentar una agricultura sostenible que respete el medio ambiente y promueva la salud pública. A través de sus visitas, el instituto busca educar a los productores sobre el uso adecuado de pesticidas y otras prácticas agrícolas que puedan beneficiar a largo plazo tanto a los cultivos como a la comunidad.

El fortalecimiento de la vigilancia fitosanitaria es una muestra más del compromiso del IPSA con el sector agrícola, la seguridad alimentaria y la expansión de las exportaciones nicaragüenses. Con una vigilancia continua, se espera que el cultivo de cebolla siga siendo una fuente importante de ingresos y empleo para miles de familias productoras, al mismo tiempo que se asegura que los consumidores nacionales e internacionales reciban productos frescos y de alta calidad.

Con la creciente demanda de cebolla en los mercados internacionales, el IPSA continúa trabajando en la capacitación de sus especialistas fitosanitarios y en la implementación de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de sus inspecciones. A través de estas medidas, se prevé que Nicaragua pueda aumentar su producción y exportación de cebolla, consolidándose como un líder regional en la producción de este importante cultivo.