El Diario Nica

Nuevo incendio en Los Ángeles se propaga velozmente

Un nuevo incendio forestal, estalló este miércoles en el condado de Los Ángeles, en California (EE.UU.). Fuertes vientos provocaron su rápida propagación e impulsaron las llamas, que consumieron miles de acres de tierra en pocas horas.

Las llamas se originaron cerca del embalse Lake Castaic, al norte de la ciudad de Santa Clarita, una de las zonas residenciales aledañas. Comenzó hacia las 11:00 de la mañana, y menos de dos horas después ya había arrasado 3.407 acres (unas 1.300 hectáreas). Ahora son ya más de 8.000 los acres quemados (unas 3.200 hectáreas) y el nivel de contención de las llamas se mantiene en 0 % pese a los esfuerzos, de acuerdo con el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.

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El jueves por la mañana, bomberos del norte de Los Ángeles se apresuraban a contener un incendio de matorrales que había iniciado el día anterior y que con rapidez consumió más de 4000 hectáreas y obligó al cierre temporal de partes de la Interestatal 5.

El jueves había advertencias de bandera roja, que indican condiciones meteorológicas de peligro de incendios, en gran parte del sur de California. La oficina del Servicio Nacional de Meteorología en Los Ángeles advirtió de que las rachas de viento de hasta 104 kilómetros por hora podrían hacer que incendios nuevos o los ya existentes crecieran rápidamente.

Entretanto, las autoridades han procedido a cerrar varias vías de tránsito y emitieron órdenes de evacuación obligatoria para más de 1.000 personas en el área de Castaic y sus alrededores, que abarcan principalmente terrenos del parque estatal Bosque Nacional de Los Ángeles, recoge el periódico The Washington Post. El humo obligó al cierre de escuelas y negocios y a detener actividades al aire libre para evitar exposiciones peligrosas, señala The New York Times.

El Centro de Predicción de Tormentas, advierte sobre la posibilidad de que los vientos se fortalezcan entre la noche de este miércoles y el jueves, los que eleva el riesgo de nuevos incendios en medio de las condiciones extremadamente secas que azotan la región.

La emergencia, se produce después de los masivos incendios forestales del 7 de enero en Los Ángeles, que provocaron una de las tormentas de fuego más destructivas que se recuerden en la región. El fuego afectó entonces especialmente las áreas de Altadena y Pacific Palisades, arrasando comunidades enteras y dejando más de una veintena de muertos y cientos de miles de evacuados.