Estados Unidos, reactiva controversias al reincorporar a Cuba en la lista de países promotores del terrorismo, una medida que trae sanciones económicas y genera reacciones en la comunidad internacional.
En su primer día como presidente, Donald Trump, decidió anular una de las órdenes ejecutivas de su predecesor, Joe Biden. Este decreto, firmado el 14 de enero, había eliminado a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo. La nueva medida impuesta por Trump devuelve a la isla al listado, generando tensiones internacionales y reacciones encontradas.
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El documento firmado por el mandatario establece sanciones más estrictas hacia Cuba, afectando su acceso a mercados financieros, exportaciones y ayuda internacional. Estas restricciones buscan ejercer presión política y económica sobre el gobierno cubano.
Esta medida, infundada y arbitraria, representa un acto de hostilidad que contradice los principios del derecho internacional y desvirtúa los esfuerzos globales por la paz y la cooperación, expresó la Cancillería venezolana a través de un comunicado divulgado en Telegram por el ministro de Exteriores, Yván Gil.

¿Qué implica la designación como país promotor del terrorismo?
Ser incluido en esta lista trae consigo prohibiciones específicas, como la venta de armas y mayores controles a las exportaciones hacia Cuba. Además, el país enfrentará restricciones en el acceso a asistencia exterior y visados, lo que podría tener un impacto significativo en su economía.
La decisión también revierte políticas que habían permitido un ligero acercamiento entre ambos países durante la administración de Biden, como la eliminación del límite en las remesas y el levantamiento de ciertas sanciones financieras. Sin embargo, el gobierno de Trump ha defendido esta medida como un paso necesario para combatir lo que considera una amenaza a la estabilidad regional.