El Diario Nica

DONALD TRUMP: LA CARA AMENAZANTE DE LA POLÍTICA NORTEAMERICANA

Elaborada por: Cesar Mairena

Queridas y queridos amigos lectores, a pesar de la abundancia de aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) con la que se pueden crear y manipular, imágenes irreales desde cero, la imagen de la portada del presente artículo es el retrato presidencial oficial de Donald Trump para su segundo período (ya no sale sonriente y amigable como en su retrato del primer período). Es más, el mismo público norteamericano ha comparado este retrato, con la fotografía que le tomaron en el año 2023 -donde también aparece con cara de “pocos amigos”- cuando fue detenido por varios juicios en su contra. 

Algo es seguro, Donald Trump, no es un personaje típico del ambiente político del imperio norteamericano, es distinto por varias razones. ¿O será simplemente propaganda engañosa para venderle a sus electores que él no es parte del bipartidismo Demócrata/Republicano de ese país y es una verdadera diferencia en contra de lo denominado “Estado Profundo”?. ¿Verdaderamente ejecutará deportaciones masivas de migrantes ilegales a pesar de que la economía norteamericana “para volver a ser grande” necesita de esa mano de obra barata?. ¿Si va a acabar con el conflicto armado entre Ucrania y Rusia será que tiene previsto promover otro conflicto armado en otra parte del mundo?. ¿Realmente quiere sacar a EEUU de la OTAN?. ¿Cuál es para él su principal amenaza económica, comercial, financiera, industrial y militar en el mundo?. ¿Sus amenazas a Groenlandia, México y Panamá son simplemente una maniobra de un mago de feria mostrándonos la mano derecha, mientras nos saca la cartera con la izquierda?. ¿Trump será más activo en contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua en este segundo período en comparación a su primera administración?

Son preguntas que valen la pena ser atendidas (lo cual es el objetivo del presente artículo) no tendremos todas las respuestas, pero al menos, pretendemos darle a la amiga y al amigo lector, elementos para entender mejor a este personaje tan complicado (o por lo menos que se promueve así mismo como tal) en la geopolítica mundial.

Dicen que una imagen habla más que mil palabras, dos sujetos sonrientes en el servicio fúnebre del ex presidente Jimmy Carter, uno Barack Obama -el hombre más carismático y con mejor imagen mediáticamente fabricada dentro del partido demócrata- y…el que “hará a EEUU grande de nuevo”… de parte de los republicanos, el señor Donald Jhon Trump. Viendo esta imagen me pongo a recordar lo que expresa una frase muy acertada: “La diferencia entre Demócratas y Republicanos, es la hora en que van a misa”. Y quien lo dude que recuerde como después del 11 de septiembre de 2001, se borró el bipartidismo norteamericano para “luchar contra el terrorismo árabe como una sola nación”.

Trump. “El loco”, que sabe muy bien lo que hace.

Fue tan astuto este individuo, que al ver la posibilidad de perder las elecciones en noviembre 2024, posiblemente orquestó el famoso auto atentado, que generó la más poderosa imagen electoral masificada por Newsweek, de toda la historia de EEUU: Un Trump con el puño en alto, valiente, heroico, y con el rostro ensangrentado por la falta de precisión del perpetrador del fallido magnicidio, rodeado de miembros del servicio secreto, que en lugar de cubrirlo con sus cuerpos, parecían posar para la imagen propagandística junto con el político.       

Desde su primer mandato, Donald Trump se vendió ante el público norteamericano, como indescifrable, inestable, loco, impredecible, pero la verdad es que a pesar de sus discursos absurdamente virulentos, y hasta muchas veces desvinculados con la realidad, tiene muy definida y planificada la estrategia a seguir. La política norteamericana, ha caído en tal decadencia que un personaje como Trump, quien ha echado mano de discursos racistas, ultra derechistas, polarizantes, misóginos, xenófobos, para garantizar la lealtad de su base electoral de derecha ultra radical, se ha sabido mostrar y presentar como una figura viable, como el presidente que rescatará a este imperio decadente, por segunda ocasión.

Al igual que la demócrata Hilary Clinton, Trump ha sabido usar cada escándalo, cada juicio, cada acusación, cada campaña sucia, como pruebas que le permiten mostrarse al público de EEUU, como víctima de los “medios liberales judíos” como el New York Times, Washington Post, CNN, Facebook, Instagram -lo que fue en su momento Twitter- y la monstruosa maquinaria de propaganda, como lo es Hollywood. 

Si recordamos todas las promesas de campaña, de la primera vez que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump, no cumplió dos: LA PRIMERA: Regresar a territorio de EEUU, a todas las empresas transnacionales norteamericanas, que han abierto en el extranjero empresas maquiladoras en régimen de Zonas Francas (y no es viable porque esas empresas tienen menos egresos y más ganancias al operar en el extranjero que en territorio norteamericano, pagando salarios más bajos) y LA SEGUNDA: Construir la famosa muralla que iba a cubrir por completo la frontera México-Norteamericana, por lo faraónico y caro de la obra (además de ser inútil por la experiencia que tienen los narcos mexicanos haciendo túneles).

Trump es muchas cosas negativas, pero no es tonto, ni torpe, o idiota, es simplemente un tipo que sabe que se debe de vender ante el electorado norteamericano como diferente a los políticos bipartidistas demócratas y republicanos, que “han llevado a la decadencia” a su amado EEUU. La propaganda ha sido muy efectiva. La gente lo ve “como el menor de los males”. Queda por ver (en esta segunda administración) que tan cierta es su lucha con el Status Quo o el Estado Profundo que gobierna Norteamérica bajo las sombras.

A pesar de sus discursos exagerados y violentos, Trump no irá por Groenlandia que pertenece a Dinamarca, la cual es miembro de la OTAN (si se quiere deshacer a la OTAN simplemente dejaría de ser miembro de dicha organización, dejándola sin la mayor fuente de ingresos -pues EEUU es el mayor miembro aportante- terminando de un plumazo con esa organización militar, formada para mantener a raya a Rusia).

Mucho menos, se anexará Canadá (siempre han sido dóciles y serviles colaboradores de los intereses norteamericanos, los gobernantes del norte de las cascadas del Niágara).

Y Panamá, aunque apetecible para Trump, es un territorio que ya sufrió una invasión norteamericana cuando capturaron al general Manuel Noriega, en 1990, otra intervención. para recuperar por la fuerza de las armas dicho canal, sería muy contraproducente para EEUU, en un contexto geopolítico de por sí complicado por la presencia en el continente de China y Rusia. La contestación del presidente panameño de que el canal es panameño, no es un de un gobernante de izquierda, es la posición nacionalista forzada de un gobernante entre la espada y la pared.  

Su blanco geopolítico es otro, uno que actualmente, lo está superando comercial, tecnológica y diplomáticamente: La República Popular de China.

La “OTAN del Pacífico” contra China.

Efectivamente, el presidente de China y el presidente electo de EEUU, Trump, sostuvieron esta llamada telefónica recientemente, cercana y respetuosa, pero las verdaderas intenciones de Trump, es desestabilizar económica, comercial, tecnológica y militarmente, al gigante asiático.

En el año 2024, Japón, desarrolló un nuevo fusil de asalto para sus fuerzas armadas, nuevos tanques y también nuevos cazas de combate -algo sorprendente tomando en cuenta que EEUU, al finalizar la segunda guerra mundial, con la rendición del emperador Hiroito, le quitó el derecho de tener un ejército al llamado país del sol naciente- ahora, en la actualidad, dicho fortalecimiento de las capacidades bélicas del país nipón, sirve actualmente para los intereses geopolíticos de Trump.

Trump apostará a guerras proxi (como lo hizo Biden utilizando a Ucrania para afectar y desgastar a Rusia) utilizando a terceros países. En este caso, serían los utilizados: Japón, Australia, Sur Corea, no descartemos Filipinas y por supuesto, Taiwán. Trump se caracterizará en esta segunda administración, por abrir varios frentes de guerra o trincheras, directas o indirectas, manteniendo las agresiones contra China, no solo serán indirectamente militares en este caso, también continuarán las sanciones comerciales contra el gigante asiático (algo que Trump ejecutó desde su primera administración), incluso Trump fue acusado de utilizar el COVID 19 como arma biológica en contra de China, pues no es casualidad que la pandemia surgió en Wuhan, una de las ciudades más industrializadas de la República Popular de China. Acción que fue contraproducente para EEUU, porque China supo controlar esta terrible crisis sanitaria, mejor que el país del águila calva, en su territorio. También, en su primera administración, Trump emitió furibundas sanciones contra enormes empresas de telecomunicaciones de China, en el ámbito tecnológico. Ayer 19 de enero, dejó de operar la aplicación de red social Tik Tok en EEUU, la guerra tecnológica entre China y EEUU sigue vigente, veremos si Trump, ya asumiendo el cargo, levanta dicho perjuicio en contra de la aplicación en cuestión.

Las posibles acciones contra Latinoamérica, en la segunda administración de Trump.   

Otro blanco de agresiones, sanciones económicas, migratorias, diplomáticas, comerciales y guerras proxi, en esta segunda administración de Trump, será Latinoamérica.

Como todos sabemos, Elon Musk tiene sueños enfermizos con el litio boliviano -y como funcionario del segundo gobierno de Trump no desistirá de ellos, al contrario-, es más, expresó abiertamente su alegría por el Golpe de Estado ejecutado en contra del gobierno del Presidente Constitucional Evo Morales, porque para él, el litio boliviano, debe ser entregado al imperialismo norteamericano.  

Trump -en este segundo mandato- mantendrá sanciones económicas, comerciales y diplomáticas contra Nicaragua, Cuba y Venezuela, no solo porque se lo debe a sus electores originarios de esos tres países y que ya se convirtieron en ciudadanos norteamericanos y votaron por él -Trump siempre se ha preocupado por mantener satisfecho a sus electores y a su base política ultra derechista y racista- también (al igual que intentará con China) gestionará intentonas de Golpe de Estado, ataques de mercenarios norteamericanos o de países de otras nacionalidades (como ya ha sucedido anteriormente en Venezuela donde se han desarticulado varias incursiones de este tipo, ejecutadas por mercenarios norteamericanos junto con paramilitares colombianos) en un escenario de guerras proxi.

No nos equivoquemos, Biden, a pesar de que está suavizando sanciones -como último acto, antes de entregar el poder, al igual que lo hizo en su momento Obama- contra Cuba, lo hace para minimizar el impacto del apoyo y el acercamiento que la isla actualmente está recibiendo, de la República Popular de China, quien está reconstruyendo la infraestructura eléctrica de la isla. Esto no quiere decir que Trump, en su segunda administración, dejará de agredir de todas las formas posibles a nuestra querida Cuba. Trump, y los ultraderechistas detrás del poder en EEUU, saben de que además de que China le está ganando la guerra comercial, financiera y tecnológica a nivel mundial, también le está ganando terreno en todos los ámbitos, en nuestro continente, miremos -para confirmar esta hipótesis-, las inversiones mineras de China en Chile, y otros países de Suramérica, o el TLC que China firmó con Costa Rica (mucho antes que Nicaragua), o los puentes sobre el canal de Panamá, construidos por China, o que la “Argentina Libertaria” del adefesio de Javier Milei, altamente endeudada, se está acercando a China porque le ofrece préstamos con mejores condiciones que el FMI, o los mismos EEUU. Vamos señoras y señores, si los mismos EEUU tienen un TLC con China, desde la época del tristemente célebre Richard Nixon. Hago hincapié que en la enumeración de estos países, no involucran a países de izquierda o afines a la ideología comunista, de la República Popular de China, pero hacen negocios convenientes con dicha potencia emergente.  

Ni hablar del TLC, entre China y Nicaragua: su inversión mejorando el transporte urbano colectivo y entre departamentos; la construcción del nuevo aeropuerto internacional “Punta Huete”; la construcción de los apartamentos “Nuevas Victorias”; compromisos por escrito entre los dos países, garantizando que a puertos de aguas profundas nicaragüenses, arriben una cantidad determinada de buques mercantes chinos anualmente; ingreso de tecnología china a Nicaragua; inversiones mineras chinas en Nicaragua, en fin, son indiscutibles los beneficios del restablecimiento de las relaciones internacionales entre ambos países, en comparación con el TLC que los gobiernos entreguistas neo liberales, quisieron vendernos a favor de los intereses de EEUU, en desigualdad de condiciones.

EEUU sabe, como ahora Europa sabe, que las sanciones y estrategias agresivas (originadas en el caso del conflicto Ucrania vs Rusia) han sido contra producentes sobre todo para Europa, antes de dicho conflicto armado, el beneficio que tenía Alemania y otros países de ese continente, con la tubería de gas del Nord Stream garantizaba a los bávaros y otros pueblos europeos, un vínculo comercial donde el gas ruso que recibían, era de mejor calidad y menor precio, no como actualmente, en que EEUU les vende un gas de menor calidad y más caro. Pregunto yo ¿A estas alturas alguien tiene dudas sobre quién fue el que saboteó la tubería del Nord Stream y por qué? Europa tiene dirigentes, políticos y gobernantes, que ya no trabajan por y para el pueblo europeo, desde el primer ministro inglés que gestionó la salida del denominado Reino Unido de la Unión Europea, debilitando al euro, como moneda continental, hasta el despreciado canciller alemán actual, que apoya a Ucrania contra Rusia.   

Así como las sanciones contra Rusia aceleraron y facilitaron la comunicación y el acercamiento entre Rusia y China, las sanciones y los ataques de todo tipo a gobiernos progresistas de América Latina (como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, entre otros) facilita el acercamiento de países latinoamericanos con China. No sería sorprendente que Trump, intente limpiar su cara, como dirigente del mayor imperio capitalista mundial, tratando de reeditar un nuevo “Plan Marshal”, tratando de inyectar dólares a economías latinoamericanas de países aliados o serviles, pero con un dólar bastante más débil, que en la época posterior a la segunda guerra mundial. 

Ya el sistema económico y mundial de la Guerra Fría del siglo 20, es inexistente, el multilateralismo que proponen y difunden foros y espacios como los BRICS, no solo son atractivos en proyecciones, son alternativas económicas viables, a la dependencia mundial de un dólar con un respaldo ficticio o de papel y que aún subsiste a causa de gobiernos pro imperialistas que dolarizan su economía en detrimento de sus propias monedas nacionales.

Trump va por la riqueza natural del continente latinoamericano, como lo expresó ya, la general Laura Richardson, Jefa del Comando Sur de EEUU, que declaró públicamente y descaradamente, que quieren el oxígeno de la amazonia de Brasil, el litio de Bolivia, el cobre de Chile, los minerales de tierras raras y el petróleo de Venezuela, el agua y la privilegiada posición geo estratégica de Nicaragua, por ejemplo, el comentario de Trump sobre el nombre del Golfo de México, justificaría el robo de los recursos petroleros que los mexicanos actualmente explotan en dicho golfo.

Trump puede utilizar bases o tropas norteamericanas asentadas en países cercanos o fronterizos con Venezuela (como la Guyana Francesa y Colombia respectivamente) o la base naval en Argentina, ubicada en la ciudad de Ushuaia, en Patagonia argentina, que fue inaugurada por Milei y la General Richardson, en abril de 2024.

A como se utilizó el ataque de las torres gemelas en New York, para justificar “las guerras preventivas” de EEUU contra los terroristas árabes, el narcotráfico y el fentanilo, serán las posibles excusas de EEUU para agredir, sancionar comercialmente, invadir o atacar a los “narcotraficantes terroristas” de México, y así acceder al petróleo, que desde el gobierno del ex presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ha explotado en beneficio de los mexicanos.

Camino a seguir para Latinoamérica.   

Países que serán blancos de los ataques, en varios frentes, de esta segunda administración de Trump, en nuestro continente, son sin lugar a duda, Nicaragua, Cuba y Venezuela, por su ejemplo, porque a pesar de las sanciones, bloqueos criminales, campañas sucias, múltiples intentos de golpes de estado, y las injurias, están creciendo, prosperando, desarrollándose. Estos países deben de mantener su nacionalismo, su unidad de Patria Grande Bolivariana, Sandinista y Martiana, deben de mantener gobiernos que trabajan para y por los intereses de sus gobernados, de sus ciudadanos y no de la Casa Blanca en Washington y de su moneda, el dólar. Foros e instrumentos como el ALBA TPC y BRICS, que promueven la multipolaridad, en un mundo actual, donde EEUU, no tienen el poder económico, ni diplomático, ni militar de antaño, donde se hace evidente que Norteamérica a nivel mundial no tiene aliados y solo tiene intereses, hacen cruciales las relaciones estratégicas de los países latinoamericanos entre sí y con las potencias emergentes de Rusia y China, pues vendrán a fortalecer la resistencia de nuestros países, ante los embates de la fiera herida y decadente, que es EEUU, dirigida por un hombre como Trump.

Debemos como pueblos latinoamericanos, seguir trabajando, mejorando nuestra infraestructura vial, hospitalaria y energética al servicio de nuestros ciudadanos (como lo ha hecho ejemplarmente el gobierno sandinista de Daniel Ortega Saavedra en Nicaragua) y continuar fortaleciendo nuestras monedas nacionales para no seguir dependiendo del dólar. Todos los pueblos latinoamericanos (al igual que los pueblos africanos) no somos pobres, hemos sido empobrecidos por el imperialismo norteamericano y el colonialismo europeo. Y hago esta referencia a ese maravilloso y sufrido continente negro, África, porque al igual que el surgimiento de Rusia y China como potencias que tienen la capacidad para enfrentar a EEUU, los pueblos africanos están expulsando a la colonialista Francia y están apropiándose de sus propias riquezas naturales, como debe ser. Un escenario esperanzador, por el que se debemos luchar todos juntos.    

El gran sueño de Bolívar no es solamente una bella utopía, es una fórmula para enfrentar al Águila Calva invasora en este siglo 21, que nuestro general Sandino ratificó en el documento titulado “El Supremo Sueño de Bolívar”. El imperialismo, el racismo, el saqueo de nuestras riquezas que Donald Trump, representa como dirigente imperial que es – y que nuestro inmortal y universal poeta Rubén Darío denunció en el poema “A Roosevelt” -, nos quiere ignorantes, divididos, débiles, temerosos, y serviles a sus intereses. Recordemos que Bolívar quería una Latinoamérica con una sola moneda, un solo ejército, un solo gobierno. Todos los países latinoamericanos como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador, México, que han crecido bajo gobiernos progresistas, nacionalistas, de izquierda, son un pésimo ejemplo para el capitalismo que promueve EEUU en nuestras tierras.  

EEUU es un gigante lleno de cocaína, que deja que sus jóvenes se maten a balazos por no regular la portación de armas, que tiene a un pueblo esclavizado por deudas impagables en un sistema financiero capitalista, inhumano, cruel y egoísta, que genera diariamente miles de indigentes, es un país donde la educación y la salud son privilegios de unos pocos millonarios y no un derecho de la mayoría del pueblo, que robó sus tierras y su libertad, a las tribus de sus pueblos originarios. Donde el racismo polariza a la sociedad más que las ideologías de demócratas y republicanos. Donde abundan las cortinas de humo de la farándula, para distraer la opinión y la consciencia de clase de sus ciudadanos. Donde se usan pandemias para enriquecer aún más, a billonarios, vendiendo vacunas contra terribles enfermedades fabricadas en laboratorios. Y esa realidad de EEUU, con Trump, no cambiará. ¿Cabe duda que EEUU es un país decadente y que será dirigido nuevamente por un hombre peligrosamente carente de escrúpulos, principios y valores que respeten la soberanía, la autodeterminación y la soberanía de otras naciones?

Donald Trump, nuevamente como presidente, es el reflejo peligroso de la decadencia de EEUU como nación.     

¿No existe cambio climático Donald?

Cierro con esta pregunta, que perfectamente Dios le podría hacer al político norteamericano. En su primer mandato Trump siempre dijo que las denuncias y advertencias de la gravedad del cambio climático, eran exageraciones de “los científicos parcializados y alarmistas de izquierda”. En su primera toma de posesión, el juramento del cargo se realizó en las escalinatas del Capitolio, ahora, como si se tratara de un castigo divino, tendrá que hacerlo al interior de dicho edificio público, debido a la peor nevada registrada en mucho tiempo en EEUU.