La producción de leche en Nicaragua sigue consolidándose como una de las principales actividades económicas del país, con un impacto directo en el dinamismo de la economía local y nacional. Este sector no solo genera alimentos, sino que también crea empleo e ingresos, y ha logrado mantener una tendencia de crecimiento que beneficia a miles de familias productoras a lo largo y ancho del territorio.
Según el informe anual del Ministerio Agropecuario (MAG), durante el período comprendido entre enero y diciembre de 2024, Nicaragua alcanzó una producción de 380 millones de galones de leche, lo que representa un aumento del 1.6% en comparación con el año anterior. Este incremento es una clara muestra del esfuerzo y compromiso de las familias productoras que, a pesar de los desafíos, continúan fortaleciendo el sector y contribuyendo al abastecimiento tanto del consumo interno como de las exportaciones.
El ministro agropecuario, quien presentó los resultados, destacó que este crecimiento es resultado de la implementación de políticas de apoyo al sector, la mejora en la productividad y el trabajo conjunto entre productores, técnicos y el gobierno. «La producción láctea no solo cubre la demanda interna, sino que también sigue siendo un producto clave para nuestras exportaciones, lo que refuerza la imagen de Nicaragua como un país productor de alimentos de calidad», afirmó.
En el ámbito local, la producción de leche ha generado miles de empleos directos e indirectos, tanto en el campo como en los procesos de recolección, transformación y distribución. Además, se ha consolidado como una fuente importante de ingresos para las pequeñas y medianas empresas, las cuales representan una parte significativa de la economía rural.
El crecimiento sostenido de la industria láctea también ha permitido la mejora en la calidad de vida de las familias productoras, quienes han recibido capacitación en buenas prácticas ganaderas, nutrición animal y manejo eficiente de sus recursos. Estas capacitaciones han contribuido al aumento de la productividad y la competitividad del sector.
El sector lácteo nicaragüense enfrenta retos, como el cambio climático y la fluctuación de los precios internacionales, pero el compromiso de los productores y las políticas de respaldo del gobierno siguen siendo fundamentales para su estabilidad y crecimiento.
El MAG ha señalado que se seguirán implementando programas de apoyo a los ganaderos, con especial énfasis en la mejora genética del ganado, el acceso a financiamiento y la infraestructura adecuada para la producción y comercialización de productos lácteos.
La leche, por lo tanto, no solo sigue siendo un alimento básico para las familias nicaragüenses, sino que también representa un motor de desarrollo para la economía rural y nacional, consolidándose como un pilar fundamental de la producción agropecuaria en Nicaragua.
El crecimiento en la producción de leche durante 2024 refleja la fortaleza y el compromiso del sector agropecuario de Nicaragua. Con un futuro prometedor y un sector que sigue evolucionando, la leche se mantiene como uno de los motores claves de la economía del país, dinamizando el mercado local y abriendo oportunidades de exportación a nivel internacional.