17 derrotas en 34 partidos, solo 5 victorias en los últimos 18, 8 caídas en 10 finales ajustados y 6 derrotas en el Palau. La Copa y la Euroliga están en riesgo.
El Barcelona atraviesa un momento crítico. El equipo azulgrana se tambalea en la Liga Endesa (7-8), donde ocupa el noveno puesto y está a dos victorias de entrar en la Copa del Rey, y en la Euroliga (10-9), donde es noveno y ocupa la última plaza del Play-In. Todo apunta a uno de los mayores colapsos en la historia de la sección.
El Barcelona atraviesa una crisis profunda, reflejada tanto en su juego, donde la palabra «equipo» parece diluirse, como en los resultados: 17 derrotas en 34 partidos y una preocupante incapacidad para cerrar finales igualados. A esto se suman decisiones cuestionables desde la directiva, como el polémico «caso Heurtel». Los números del colapso son alarmantes y podrían costarle el puesto al técnico Joan Peñarroya si no logra clasificar al equipo para la Copa del Rey.
17 derrotas en 34 partidos y solo 2 triunfos en los últimos 10
En apenas tres meses y medio de temporada, el Barça ya suma 17 derrotas en 34 encuentros, un registro inédito en la historia de esta sección. El desplome se ha acentuado en los últimos 54 días, con 13 derrotas en 18 partidos, es decir, una cada cuatro días.
El Barcelona atraviesa un mes especialmente duro, con solo dos victorias en sus últimos 10 partidos: una en Liga (Andorra) y otra en Euroliga (Fenerbahce). El equipo parece en caída libre.
Ocho derrotas en 10 finales igualados
Los azulgranas muestran una preocupante incapacidad para cerrar partidos. El ejemplo más reciente es la derrota ante el colista Girona, donde desperdiciaron una ventaja de 10 puntos a falta de tres minutos (75-85). No es un caso aislado: han perdido ocho de los 10 partidos que llegaron a un final ajustado, cayendo por siete puntos o menos.
El Barça ha caído en finales ajustados ante el Real Madrid en la Supercopa (89-83) y en Liga (73-71), además de derrotas ante Joventut (90-91) y Girona (91-90). En la Euroliga, cedió frente a Panathinaikos (90-89), Real Madrid (90-97), Virtus (86-81) y Estrella Roja (74-78). Solo logró resolver a su favor los duelos ante Valencia (102-99) y Maccabi (86-88). Los finales ajustados, que exigen concentración, acierto y sangre fría, se han convertido en el talón de Aquiles de un equipo que carece de estas virtudes. Ya no es cuestión de azar.
Seis derrotas en el Palau Blaugrana
El Palau, histórico bastión del Barça, ha perdido su condición de fortaleza. El equipo acumula seis derrotas en casa: dos en Liga (Baskonia 89-93 y Joventut 90-91) y cuatro en Euroliga (París 87-103, Real Madrid 90-97, Milán 81-94 y Estrella Roja 74-78). Un golpe difícil de digerir para los aficionados.
Un Barcelona con problemas defensivos
La defensa es el gran punto débil del Barça. Aunque cuenta con un ataque potente el tercer mejor de la Liga (89,07 puntos por partido) y el sexto en Euroliga (85,6), el equipo hace aguas en su trabajo defensivo, una carencia que explica muchos de sus problemas actuales.
Los azulgranas muestran serias dificultades para mantener la intensidad defensiva. Con frecuencia alternan buenos minutos de presión con otros de caos total, en los que pierden concentración y permiten demasiadas libertades a sus rivales. Según las estadísticas, el Barcelona tiene la sexta peor defensa de la Liga (encaja 85,6 puntos por partido) y la séptima peor de la Euroliga (82,5). Como dicen algunos expertos en baloncesto: los ataques ganan partidos, pero las defensas ganan campeonatos. Por ahora, el Barça logra pocos de lo primero y, si no mejora, nada de lo segundo.
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Históricamente, Barcelona y Real Madrid han sido vasos comunicantes, y las derrotas ante el eterno rival siempre duelen más. Esta temporada, los azulgranas ya acumulan tres derrotas en los tres enfrentamientos disputados contra los madridistas, lo que agrava aún más la crisis.
Aunque compitieron hasta el final, los azulgranas terminaron cediendo en los tres enfrentamientos: la semifinal de la Supercopa (89-83), en Liga (73-71) y en Euroliga (90-97). Además, estas dos últimas derrotas dieron un impulso de confianza al Real Madrid justo cuando atravesaba un momento complicado. Una pesada carga más en la inusual acumulación de tropiezos del Barcelona esta temporada.